BASES DE
ANTIGUA
ROMA[1]
“Más ¿quién es aquel
que veo allí a los lejos coronado de olivo?
Avanza llevando en
sus manos los objetos de culto
Reconozco por sus
cabellos y su barba blanca al rey romano,
aquel que llamado
desde su parva aldea y su pobre tierra
a un poderoso mando,
ha de arraigar en leyes la incipiente ciudad”[2]
Introducción
Un
problema suele desvelar a los masones y profanos, el cual consiste en el
verdadero origen de la
Masonería. Numerosas respuestas surgen a este interrogante
dotadas de argumentos históricos, esotéricos, y simbólicos.
No
pretendo incursionar en la investidura de un historiador, pero sí, a contrario
de lo que muchos piensan y otros ignoran, “la masonería se hallaba presente en la Antigua Roma ”.
Pero
ante esta primera arista de conflicto surge un gran interrogante primigenio que
necesariamente debemos develar para poder continuar: ¿Qué sabemos de la
masonería? Sólo habiendo agotado en forma básica la primera aproximación que
podamos tener sobre la masonería, podremos encaminarnos a identificarla en un
segmento tempo –
espacial que la tuvo como protagonista. Ahora bien, la Masonería ¿se inicia en
Roma?, aquí las opiniones distan de la armonía, habiendo quienes le atribuyen
un origen más que remoto y otros que la ven nacer en la época medieval y así
podríamos esbozar centenas de teorías de acuerdo a la perspectiva que adoptemos
y los documentos con que trabajemos. Lo real y concreto es que no es tópico de
este esbozo analizar la historia de la Masonería , sino sólo considerarla desde la óptica
del contexto romano de la antigüedad para vislumbrar algunos de sus elementos y
manifestaciones en campos que resultan ser tan comunes como lo cotidiano.
La
palabra masón posee un origen fráncico. Tiene una procedencia del
germánico mattjon, que deriva de metze, en antiguo
alemán, y en makyon en lengua franca, para transformarse en mascun
o machun, en francés antiguo. Significaba cortador o tallador de
piedras.
En
español se recoge el término mazonero y la palabra mazonar,
siendo el que mazona el mazón o mazonero,
aludiéndose a quien trabaja en la construcción.
El
prefijo franc, añadido al término masón, parece consolidarse en
Inglaterra (s. XIV), para subrayar la situación social de los masones dedicados
a un tipo de construcción cualificada.
El
término francmasón se deriva también de phreemessen,
vocablos egipcios que significan, para algunos, “hijos de la luz”, y para
otros, “libre constructor”.
El
término masón se introdujo en la lengua española en el s. XVIII, para designar
específicamente a los miembros de la Orden Francmasónic ,
Es
de destacar, que en nuestra lengua, resulta innecesario utilizar el prefijo
“franc” (franco, libre) para aludir a los masones, a diferencia de lo que
ocurre en francés o inglés, en que maçon y mason,
sin prefijo, designan albañiles, recibiendo el nombre de franc – maçon
y freemason solo los iniciados como constructores simbólicos, o
masones petenecientes a la Orden Masónica moderna.
Numa
Pompilio
Numa Pompilio
fue el segundo rey de Roma, después de Rómulo. Recibió una Roma belicosa,
acostumbrada a los conflictos, razón por la cual se cuenta que en principio no
habría aceptado ser rey, y que tras largos argumentos, se logró convencerlo
diciendo que era la voluntad de los Dioses.
Gobernó
aproximadamente desde el 714 a .C.
hasta el 671 a .C.
Se le atribuye un origen sabino, más exactamente de la ciudad de Cures y, por
esto se cree que tuvo algún tipo de influencia griega, ya que los sabinos,
según nos explica Plutarco, se consideraban una colonia de Esparta.
Su nombre no es
latino ni sabino, sino tomado del griego Numa viene de nomos (ley,
regla), y Pompiluis de pompe (pompa, ceremonia religiosa). Estos dos
nombres llaman al legislador de los hombres y al sacerdote de los dioses.
Fue un rey
tendiente a la resaltar la virtud, interesado por la filosofía y desinteresado
por la violencia, y la codicia … una conducta distinta a los que estaban
acostumbrados los romanos.
Durante su
reinado fomentó la agricultura entre los romanos, ya que se tenía como una
actividad digna, y que alejaba al pueblo de las guerras, la violencia y la
codicia. Se tenía por bien visto aquel que defendía su propiedad, pero no aquel
que por avaricia tratara de apropiarse de lo que no era suyo.
También puso
énfasis en los distintos oficios (orfebres, flautistas, maestros de obra,
zapateros, etc.), fundando distintas comunidades, según fuese la especialidad,
donde se le daba culto a los dioses, y un sentimiento se pertenencia a los
romanos. Esto creó una sensación de armonía y unión en el pueblo, ya que
desaparecía la distinción entre sabinos y romanos.
Quien mejor nos
describe la persona de Numa Pompilio es Plutarco en su Tomo I de su libro
“Vidas Paralelas”, en donde compara la figura de Licurgo con la de Numa
Pompilio.
Plutarco nos
describe al rey romano como alguien reconocido por su prudencia, piedad,
ciencia política, cuidado en la educación y, por sobre todo, el tomar de los
dioses el principio de su legislación.
Se destaca su
don de justicia, razón por la cual muchos dicen que adquirió el reinado de
Roma, al punto que demostró que “en el reinar se tiene justicia”.
Se destaca su
bondad, citando como ejemplo el caso de los esclavos, que comían junto con sus
amos en los Saturnales, dándoles participación en los frutos a los que eran
colaboradores en su cultivo.
La finalidad de
Numa Pompilio fue mantener a Roma en paz y amistad, razón por la cual las
puertas del templo de Jano permanecieron cerradas durante todo su reinado, es
decir durante 43 años.
Quizá el
principal motivo que destaca a Numa Pompilio fue que no se valió ni las armas
ni de la fuerza para gobernar, tratando de unir al pueblo romano, a través de
la virtud, la sabiduría y la justicia.
¿Por
qué resaltar el aspecto de la virtud y la sabiduría en Numa Pompilio? ¿Qué impacto tiene en el pueblo romano? ¿Qué
significaban los llamados collegiums? Y finalmente, ¿Qué relación tienen los
collegiums con la actual masonería?
Numa Pompilio, el rey iniciado de Roma,
instituyó, según la tradición, los collegia fabrorum que tenían sus
propios misterios y guardaban y a la vez transmitían con los secretos del arte,
ciertos secretos y tradiciones de naturaleza religiosa. Como las Logias
Masónicas, estaban dirigidos por un triángulo (clásica expresión tres faciun
collegium) formado por un Magister y dos Decuriones, y
comprendían tres grados análogos a los actuales, usando una especial
interpretación emblemática de sus instrumentos.
Estos colegios se extendieron después
por todo el imperio, siguiendo como fuerzas constructoras el camino de las
legiones y levantando doquiera aquellos monumentos y edificios de los cuales
nos quedan todavía múltiples vestigios.
En
su afán de acabar con los elementos rivales dentro del reino, Numa, estableció una religión común y dividió a los
ciudadanos en curias y tribus, lo mismo hizo con los artesanos a quienes agrupó
en corporaciones bajo el nombre de Collegia Artificum, a cada colegio le fueron
asignados los artesanos de una profesión particular, a la cabeza de ellos
estaba los Colegios de Arquitectos (Collegia Fabrorum). El Rey Numa quien era
un profundo conocedor de las leyes divinas adaptó los ritos Egipcios, Griegos y
Caldeos a la forma Romana de Dionisio o Baco, dándole a los colegios un culto y
una organización que les eran propias . Gozaban del derecho de formarse sus
reglamentos propios y de concluir contratos seculares y religiosos, disfrutaban
la inmunidad de las contribuciones, franquicia que se extendió durante la Edad Media
dando origen a la denominación de masones libres o francmasones (una corriente
de pensamiento sostiene que la palabra franc añadida a masón
hacía referencia a masón libre o franquiciado por la exención de ciertos
artesanos al sometimiento a las reglamentaciones municipales o reales
obligatorias para los practicantes de oficios en la Edad Media )-.
Se dedicaban a las construcciones de fortalezas, carreteras, acueductos,
templos y casas en todo el imperio. La
organización de los Colegios era muy similar a la de las Logias.
La
masonería y ¿Numa Pompilio?
Los
masones presentan un gran denominador común consistente en la inquietud por el
conocimiento, partiendo de lo evidente a lo no tanto a través del método
mayéutico. Similar a la búsqueda socrática, el masón busca conocerse a sí
mismo, amando la libertad, y apoyándose en la fraternidad para la realización
práctica de la
Verdad , de la Justicia y de los grandes arquetipos del
pensamiento humano en general. Iguales objetivos podemos encontrar en la figura
de Numa, quien creyó que podían ser alcanzados con la práctica de las virtudes
y no mediante la violencia, sino a través del cultivo de la sabiduría y del
ejercicio de la justicia. El saber ponderado es el vivencial, no vale aquí el
mero conocimiento libresco o teórico, sino el que se adquiere por propia
vivencia careciendo totalmente de dogmas, ya que el masón no es un dogmático
sino un axiomático en su manera de proceder, de la misma forma el pertenecer a
un collegium romano tenía como finalidad el aprendizaje práctico y vivencial
del oficio.
Cómo
número esencial en la masonería, el 3, también se ve reflejado en la terna
hombre –
templo –
universo, ya que el hombre es el ser potencial que busca su perfeccionamiento,
siendo un templo en construcción que posee los elementos del universo por ser
el propio hombre una reunión pequeña (microcosmos) de todo el universo
(macrocosmos).
Tres
Faciunt Collegium, Tres hacen un Colegio: En una logia, tres la dirigen, cinco
la iluminan y 7 la tornan justa y perfecta. Los constructores de edificios
desde la más remota antigüedad, se reunían en algún sencillo habitáculo donde
depositaban sus herramientas y utensilios de trabajo y discuten aspectos de la
labor a llevar a cabo. Este habitáculo constituye la Logia. La Logia
es la manifestación del logos o palabra; así como el templo es el equivalente
del cuerpo físico, la logia representa el lugar santo que se halla dentro del
hombre. El verdadero Sanctasanctórum se encuentra dentro del hombre, quien,
para materializarlo, le dio un símbolo que es la Logia donde
busca la inspiración. Ella representa el Universo. Robert Ambelain, en su obra
“El Secreto Masónico”, define a la Logia como “la
reunión de francmasones bajo una misma denominación, los cuales practican el
mismo rito y pertenecen a la misma obediencia”.
El
Colegio (según Numa) era regido por un Magíster o Maestro: Las Logias son
presididas por el Venerable Maestro (en adelante V. M.)-. Es el masón que
preside una Logia, elegido para ello por los miembros de la misma y ostenta
como emblema o joya la escuadra.
Los
oficiales inmediatos eran dos Decuriones o Guardianes: Aquí se manifiesta la
analogía con los Vigilantes Masónicos pues cada Decurión presidía una sección
del Colegio, y en el caso de los Vigilantes, el Primer Vigilante tiene como
misión instruir a los compañeros (segundo grado), siendo además el ayudante del
V. M. Y lo sustituye en su ausencia. El Segundo vigilante instruye a los
aprendices, sustituyendo al V. M. en su ausencia y en ausencia del Primer
Vigilante. Así como otras semejanzas que podemos encontrar en el aspecto
interno tanto sea de los colegios como de las logias.
Por
otro lado, la masonería no es una religión, ni aspira a serlo, ni es
incompatible con ninguna, sólo busca la apertura a lo trascendente a partir de
lo simbólico.
La
espiritualidad masónica es la actitud de búsqueda de lo que trasciende, de la
verdad, representada como la palabra perdida, que responde a las leyes del
cosmos.
Y
éstas personas, que se encaminan a la búsqueda, que se “inician en ella” son
llamados masones siempre y cuando, reúnan como requisitos esenciales, el ser
hombres libres y de buenas costumbres.
Conclusión
El presente
trabajo, presenta en forma sintética, aquellos caracteres comunes que se pueden
vislumbrar a la hora de contraponer la Masonería como
institución por un lado y la creación de los colegios de Numa Pompilio que
tenían en su génesis interna la misma estructura que las Logias masonas que aún
subsisten en la actualidad.
Si bien hay otro
aspecto en común como el calendario creado por Numa y la celebración de los
solsticios tanto de invierno como verano de la Masonería , esto
no fue tratado en el presente debido a la mayor extensión que implicaría y la
imposibilidad de cumplir con el tope de carillas que se permiten de acuerdo al
programa de éste Encuentro.
Quedará para el
lector, estar o no de acuerdo con la idea plasmada, pero lo cierto que una vez
más, la Antigua
Roma , gestó elementos
y brindó herramientas mucho antes, y éstos nos permiten sostener que la Edad Media no
fue el único contexto temporal donde la masonería tuvo lugar, sino que la misma
Roma antigua (aunque lo nieguen muchos estudiosos del tema), particularmente
desde Numa Pompilio reunía principios, valores, conocimiento vivencial y rangos
o escalafones, demasiados similares a los que una Orden brindó y brinda
actualmente.
Bibliografía
ADOUM,
Jorge –
Esta es la
Masonería –
El Aprendiz y sus misterios –
Primer Grado –
Tercera Edición –
Editorial Kier S.A.
ADOUM, Jorge
–
Esta es la
Masonería –
El Maestro Masón y sus misterios –
Primera Edición –
Editorial Kier S.A.
BURTON BELFORT,
Diego Alexander –
Los 33 Temas del Aprendiz Masón.
CORBIÈRE, Emilio
J. –
La Masonería II
–
Tradición y revolución –
Editorial Sudamericana –
Buenos Aires.
FERRER BENIMELI, J.
A. –
Ensayo: La masonería, Alianza, Madrid, 2005.
GAKIER, Gérard – Macoxerie Egyptienne Rose-Croix et
Neo Chavalerie - Editións gu Rocrier. 1939 - Traducción: José Miguel Parra Ortiz
& Oberon. Grupo Axaya, S,
A.. Madrid, 2001 - Impreso en Huertas, S. A. - Fuenlabrada (Madrid)-.
HURTADO,
Armando –
Nosotros, Los Masones –
Editorial Edaf –
Mundo mágico y heterodoxo –
2005.
LAVAGNINI,
Aldo –
La Masonería
Revelada –
Manual del Aprendiz - Estudio interpretativo sobre el valor iniciático de los
símbolos y alegorías del primer grado masónico y mística doctrina que en ellos
se encierra –
Cuarta Edición.
[1] Trabajo presentado siendo Ay. Alumno de D. Romano I de
la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Católica
de Córdoba en el XVIII Encuentro Nacional de Profesores de Derecho Romano. Homenaje
a la Dra. Nelly
Louzan de Solimano desarrollado en la Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y
Políticas de la Universidad Nacional
del Nordeste, Corrientes durante los días 12, 13 y 14 de Octubre del año 2007,
resultando distinguido con Mención de
Honor.
[2] Canto VI de la Eneida - Virgilio
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