Y LA MASONERIA OPERATIVA
EN EL SIGLO XXI
Por el Ven.·. Maestro
Q.·. H.·. Dionisio
E. Jara R.
S. P. R+C VII°
HRDM-KLWNNG
Aprovecharemos
estas Tenidas Masónicas de Verano para compartir nuestra visión en el tema que
nos reúne, con Ordenes hermanas, Logias representadas, Hermanos y hermanas que
también manifiestan sus opiniones desde una visión de respeto y tolerancia como
debe ser la característica de toda orden masónica que se precie de tal. Allí
está la primera manifestación del “espíritu operativo”, cuando privilegiamos el
Trabajo masónico práctico, superponiéndose a la sola especulación. Tenemos más
que suficientes argumentos como para hacer una clara exposición de lo que es la
masonería “operativa” en la actualidad y que nosotros representamos; y en ese
ánimo es que compartimos nuestros propósitos, trabajos y doctrinas con nuestros
hermanos de otras Obediencias.
En esta
pequeña exposición expondremos los argumentos mínimos para hacer claridad sobre
los fines y prácticas que definen a estas dos visiones y de cómo nosotros trabajamos
nuestra filiación. Sin embargo nuestro acento no lo pondremos sobre la
masonería “especulativa” pues ella cuenta ya con suficientes exponentes y sería
ocioso alargar en forma innecesaria nuestra exposición.
Ahora
bien, en nuestro caso, como Representantes de la moderna Masonería Operativa,
bajo el nombre de “Orden Real de Heredom de Kilwinning”, debemos antes que nada
esclarecer a nuestros hermanos la filiación iniciática que profesamos. Es así
que fundamentamos nuestras filiaciones sobre las “cuatro corrientes del
esoterismo tradicional de Occidente” y que constituyen las cuatro Piedras
Angulares que sostienen el edificio de la misma. Ellas son:
1) La filiación Salomónica, transmisora de la
leyenda de la construcción del Templo de Salomón.
2) La filiación Pitagórica,
transmisora del conocimiento de la Geometría Sagrada.
3) La filiación Hermética, transmisora del
Arte Real, alquímico y constructivo.
4) La filiación Templaria, transmisora de la
Vía Caballeresca por medio de los Altos Grados escoceses pertenecientes a la
Casa de Estuardo y a las Logias "Jacobitas".
La Orden
Real practica lo que, en el siglo XVIII, se denominaba Early Grand Scottish Rite
(Gran Rito Escocés Primitivo) en sus Logias y Capítulos, herederos directos de
las cuatro corrientes antedichas.
Nuestras
ceremonias, juramentos y consagraciones, son de carácter eminentemente
cristiano como lo fuera la masonería operativa desde sus mismos orígenes, en
oposición a como lo ha planteado la masonería especulativa a partir de 1717 con
la reforma protestante del pastor Anderson. Así el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, o los que han copiado para si, sus sistemas de grados junto a sus
Grandes Constituciones y Reglamentos, han podado paulatinamente en el tiempo
ciertos elementos doctrinales que han venido a desvirtuar del todo los orígenes
operativos que alguna vez sustentó a la “antigua masonería”. Algunos Ritos
modernos y liberales incluso ya ni siquiera reconocen al Gran Arquitecto del
Universo, como es el caso del Gran Oriente de Francia y a partir de ellos
muchos otros mas.
La Orden
Real fundamenta su carácter cristiano puntualizando lo siguiente:
1.
Aquellos que instituyeron la Orden Real de Heredom de Kilwinning,
como representantes legítimos del Templarismo Masónico escocés, jamás
concibieron a la misma como ajena al Cristianismo pues ello significaría
abjurar de sus remotos orígenes.
2.
El mensaje de Cristo es universal y dicho carácter se pone de
manifiesto por la ofrenda de los tres Reyes Magos en la Nochebuena: oro,
incienso y mirra que representan el triple poder, Real, Sacerdotal y Profético
de Jesucristo. Por su cualidad sacerdotal "según el Orden de
Melki-Tsedek", Jesús une indisolublemente al Cristianismo con la Tradición
Primordial Paradisíaca, tal como lo señalara oportunamente el Hno.·. René
Guénon.
3.
Otro de los motivos de la extrema firmeza del mantenimiento del
sello crístico de la Masonería de Heredom fue el enfrentamiento a la severa descristianización
de los rituales operativos originales en que incurrieron los oportunistas que
organizaron la Gran Logia de Londres, lo cual impulsó una decidida defensa de
la Tradición.
Es en
esa universalidad y en ese estado del espíritu que la Orden Real realiza, más
allá del paso de los siglos, el plan del Gran Arquitecto del Universo.
Si bien
la Orden Real posee, desde su origen un sello Crístico y Templario, ello no es
obstáculo para recibir en su seno Candidatos de otras tradiciones regulares.
La Orden Real de Heredom de Kilwinning representa la forma
primitiva de la Masonería Escocesa Jacobita y constituye una Orden de
Caballería tributaria del Templarismo asentada sobre una filiación masónica.
Su
existencia es muy anterior a la aparición de los dos grandes Ritos llamados
"escoceses" los cuales fueron constituidos muy posteriormente, a
saber:
- El
Rito Escocés Rectificado, organizado en el Convento de Wilhelmsbad en
1782.
- El
Rito Escocés Antiguo y Aceptado, organizado en Charleston en 1804.
La Masonería
Escocesa Jacobita desapareció de la historia profana luego de la sangrienta
batalla de Culloden-Moor (1746) donde fuera derrotada militarmente, en forma
definitiva, la legítima Casa de los Estuardo.
A
consecuencia de la masacre de Culloden sir Charles Ratcliffe, lord de
Derwent-Water y Gran Maestre de la Masonería Escocesa Jacobita, junto con otros
prominentes Hnos.·. fue decapitado al hacha en la Torre de Londres el 8 de
Diciembre de 1746.
Años más
tarde, los restos de la dispersa Masonería Jacobita se sumaron a la sublevación
de los Masones Antiguos (Grand Lodge of Atholl) dirigida por el ilustre Hno.·.
Laurence Dermott (1752) quien, liderando a masones irlandeses, escoceses y del
norte de Inglaterra, se enfrentó duramente con la desviación moderna
representada por la Grand Lodge of London (1717) creada por el pastor protestante
James Anderson.
En
nuestros días, la Orden Real de Heredom de Kilwinning ha restaurado no solo el
espíritu operativo del Arte Real sino que además – en estricta observancia con
las recomendaciones y críticas hechas por el Hno.·. René Guenón a lo largo de
toda su obra – ha rectificado también las formas y rituales en uso en total
concordancia con los inmutables principios tradicionales de la Masonería
Operativa, anteriores a la desviación moderna de 1717. Por lo tanto, se han
"arrojado entre los escombros" todas las ilegítimas incrustaciones
ideológicas, sociales, políticas, moralistas, sentimentales, etc. que lograra
infiltrar la profanación especulativa de los "Modernos".
Además,
la Orden Real ha conservado vivientes las tradiciones, Usos, Costumbres y
Rituales de la antigua Masonería Operativa que han llegado hasta nosotros. Por
lo tanto, su carta constitutiva no son las “Constitutions” redactadas por el
pastor Anderson sino los Antiguos Deberes (Old Charges) de los
Operativos, más específicamente el llamado Manuscrito "Iñigo
Jones"(v.gr. "The Antient Constitution of Accepted Masons the Free
and Accepted Masons.",1607).
Por todo
lo antedicho, la antigua Masonería de Heredom es una Orden esotérica
tradicional de Occidente perteneciente a la Iniciación Obrera y Artesanal que
ha recibido en custodia la herencia (Heredom=Heirdom) de filiaciones
caballerescas y sacerdotales. Como toda Orden esotérica auténtica posee un
origen supra-humano de donde proviene su influencia espiritual que se transmite
por medio de una cadena ininterrumpida de iniciados. Derivada de la antigua
Masonería Operativa y del Templarismo Jacobita escocés, recibe en sus Logias,
con las adaptaciones necesarias, a hombres y mujeres debidamente calificados en
igualdad de deberes y derechos.
A pesar
de todo lo antedicho, la Orden Real de ninguna manera resigna los deberes de la
Fraternidad Masónica y reconoce como Hnos.·. y Hnas.·. a iniciados en otras
Obediencias aunque no profesen nuestros mismos "Land-Marks" (límites-mojones)
recibiéndolos en nuestros Trabajos como visitantes previo Retejado.
Por otra
parte, conociendo la situación de libertad restringida a que se encuentran
sometidos los Hermanos miembros de las modernas Obediencias especulativas por
medio del falaz concepto de la "regularidad" administrativa derivada
de la desviación andersoniana de 1717, como es el caso de la Gran Logia de
Chile que impone la pena de la expulsión para los hermanos que visiten otros
ritos por ellos considerados “irregulares”, no necesitamos reciprocidad de su
parte sino que abrimos las puertas de nuestras Logias para que puedan conocer
la Masonería Tradicional restaurada en sus verdaderos Principios. De esta
manera creemos cumplir con el precepto masónico de "Reunir lo disperso y
difundir la Luz..."
La
aparición de la Masonería Moderna o Especulativa en 1717, con la organización
de la Gran Logia de Londres como resultado de las maniobras del pastor
Anderson, asentó un grave golpe a la tradición masónica. Esta desviación
moderna generó, años más tarde, la gran sublevación de los masones operativos
liderados por el eminente Hno.·. Laurence Dermott, que constituyó la Gran Logia
de los "Antients" para preservar las Antiguas Costumbres
tradicionales.
Es
innegable que la fuente de la Tradición Masónica radica en la Masonería
Operativa anterior a 1717 y que la Gran Logia de Londres era cismática e
irregular "ab initio". Esta clarificación necesaria – pero muy poco
difundida – coloca a la cuestión de la regularidad masónica en su verdadera
perspectiva: la aparición de la Masonería Moderna o Especulativa es una
subversión del orden tradicional originada en la intrusión profana de la
política como nefasta consecuencia de las guerras dinásticas y religiosas
ocurridas en las Islas Británicas.
Por lo
tanto, toda la Masonería Especulativa es irregular desde su origen, tanto en su
vertiente "anglo-sajona" orientada hacia el moralismo protestante
como en su vertiente derivada "latina", desviada con respecto a la
desviación originaria, autotitulada progresista, liberal o laicista.
El
ilustre Hno.·. René Guenón fue un verdadero Maestro Operativo "en todos
los Grados" siendo el primero en arrojar Luz sobre esta cuestión colocando
el debate en sus verdaderos términos: los criterios de verdad sobre la
Tradición Masónica deben buscarse en la Masonería Antigua anterior a 1717 y
constituyen el único camino para poner "Ordo ab Chao"
(Orden en el Caos) en la des-orientación reinante.
Lo opuesto a la palabra “operativo” es “especulativo”; y ello
nos lleva a reflexionar directamente sobre el concepto que conocemos como la
“Iniciación Masónica”. Esta está ligada a un oficio y este oficio no es otro
que el de Constructor. La Masonería Operativa o los masones operativos son “hombres
de oficio”, que poco a poco en el tiempo han “aceptado” a título honorífico a
personas extrañas al arte de la construcción. Sin embargo, con el pasar del
tiempo, los hombres de oficio fueron menos y los que fueron aceptados vinieron
a constituirse en mayoría. Allí es que la masonería “operativa” se transforma
en “especulativa”, y con ello su relación con el oficio no es más que una
cuestión ficticia. Los masones especulativos creyeron que porque eran mayoría
podían considerar a todo el universo de masones en sus concepciones: pero esto
no es así.
Muchos han pensado en el interior de esta mayoría que por
este hecho ha resultado de todo un “progreso” en el sentido “intelectual” (como
dice el Hno.·. René Guenón), como si esta
situación correspondiera a un nivel mas elevado de la comprensión del
simbolismo. Nada más equivocado.
Antiguamente todos los masones eran “libres” pues
eran beneficiarios de las franquicias que habían acordado con los reyes,
soberanos y príncipes y las corporaciones masónicas formadas por los hombres
del oficio, quienes debían nacer también libres como para tener el privilegio
de participar en la Iniciación.
Los masones “aceptados”, que no eran hombres del oficio, al igual que
los eclesiásticos que desempeñaban funciones de “capellanes”, eran considerados
en iguales condiciones, aunque a título diferente, como miembros de la orden
operativa.
Por tanto, podemos acordar que la
masonería “especulativa” ha venido a ser, solamente y gracias a los masones que
han sido “aceptados” en el interior de la masonería “operativa”. Estos masones
“especulativos” no habían recibido la totalidad de los grados «operativos», y
por eso se explica la existencia, al comienzo de la Masonería «moderna», de
algunas lagunas que fue necesario mas tarde completar gracias a la intervención
de los supervivientes de la Masonería «antigua», mucho más numerosos todavía en
el siglo XVIII de lo que creen generalmente los historiadores.
Ahora bien, el paso
de lo «operativo» a lo «especulativo», según nos dice el Hno.·. Rene Guenón, está muy lejos de constituir un
«progreso» como lo querrían los modernos que no comprenden su significación, es
exactamente todo lo contrario desde el punto de vista iniciático; hablando
propiamente, no implica forzosamente una desviación, pero sí al menos una
degeneración en el sentido de una mengua; y esta mengua consiste en la
negligencia y el olvido de todo lo que es «realización», puesto que eso es lo
verdaderamente «operativo», para no dejar subsistir ya más que una visión
puramente teórica de la iniciación. En efecto, es menester no olvidar que
«especulación» y «teoría» son sinónimos; por otro lado, la palabra «operativo»
no debe considerarse exactamente como un equivalente de «práctico» o «acción»;
en realidad, se trata de ese «cumplimiento» del ser que es la «realización»
iniciática, aquella que se relaciona directamente con la “Gran Obra” de la terminología
alquímica.
Entonces, y
continuando con el pensamiento de Guenón, se deduce que “es fácil darse cuenta
de lo que queda en el caso de una iniciación que no es más que «especulativa»:
la transmisión iniciática subsiste siempre, puesto que la «cadena» tradicional
no ha sido interrumpida; pero, en lugar de la posibilidad de una iniciación
efectiva, no se tiene más que una iniciación virtual, y condenada a permanecer como
tal por la fuerza misma de las cosas, puesto que la limitación «especulativa»
significa propiamente que esa etapa ya no puede ser rebasada, dado que todo lo
que va más lejos del orden es «operativo» por definición misma. Eso no quiere
decir, que los ritos ya no tengan efecto en parecido caso, ya que siguen siendo
siempre, aunque aquellos que los cumplen ya no sean conscientes de ello, el
vehículo de la influencia espiritual; pero, por así decir, este efecto se
«difiere» en cuanto a su desarrollo «en acto», y es como un germen al que le
faltan las condiciones necesarias para su eclosión, puesto que estas
condiciones residen en el trabajo «operativo», únicamente por el cual la
iniciación puede hacerse efectiva”.
Pese a todo esto, la moderna “masonería operativa” alojada
en el interior de la Orden Real de Heredom de Kilwinning que representamos, ha
restaurado las antiguas costumbres, rituales y constituciones a como lo fue en
el pasado, marcando un significativo retorno al estado “operativo” original.
Todas las desviaciones modernas que han sido introducidas e incorporadas por la
vía de los especulativos no es más que el desconocimiento de cómo es la
masonería en sus reales orígenes.
¿Cómo es posible despojar a la masonería de tales nefastas
influencias? Volviendo a sus orígenes, alejando a esta de toda acción política,
social, agnóstica, de tráfico de influencias. Dejar de ver a
la masonería como a una sociedad civil con fines profanos tales como el
progresismo, el humanitarismo, el laicismo, el liberalismo, y todas las
restantes ideologías de la filosofía occidental moderna. Dejando de
contemplarla como a un sistema especial de “moralidad” aunque esté "velada
por alegorías e ilustrada por símbolos". Alejando toda idea que la
masonería es una religión, ni mucho menos, que se constituya en un substituto
de ellas. Que no es una secta religiosa de cualquier confesión que sea. Que no
es una sociedad secreta, generadora de conspiraciones y complots. Que no es un medio
de ascenso social en la sociedad profana. Que no es un centro de actividad social
o política, más o menos exclusivo.
La masonería operativa no tiene una posición ambigua en
estas cuestiones, pues su postura con la doctrina iniciática tradicional esta
más que clara.
Según el Q.·. H.·. Merlin,
Gran Maestro de la Orden Real de Heredom de Kilwinning para la Argentina, “es
importante saber cómo se instauró el proceso de degradación de la Masonería,
para que muchos Hermanos bienintencionados, pero que solo conocen una
versión interesada del tema, puedan formarse una idea imparcial de esta
delicada cuestión.
Sintéticamente, las
etapas de la desviación y decadencia de la Masonería son las siguientes:
1) Masonería Especulativa anglo-sajona: que surge en 1717 con la
fundación de la Gran Logia de Londres y constituye el comienzo de la Masonería
Moderna. Impregnada por el moralismo protestante, solo alcanza a concebir a la
Masonería como “un sistema de moralidad velado por alegorías e
ilustrado por símbolos.” Se autoerige en fuente y origen de la
“regularidad” masónica en todo el mundo aunque proviene del cisma
especulativo que la convierte en un mero reflejo (invertido, como todo
reflejo...) de la auténtica Masonería. No por nada los Operativos de la época
decían que eso no era realmente “Masonry” sino “Andersonry “... En
1752 se produjo una gran reacción de los Ancient Masons contra la
Masonería Moderna que logró restaurar parcialmente el legado tradicional pero,
lamentablemente, no pudo hacerlo en su totalidad.
2) Masonerías “latinas “: este es el rostro convencional
de “la” Masonería que se autodefine como “filosófica”, “laicista”,
“progresista”, “liberal”, etc., etc., y cree que posee una misión
política y social. Esta clase de Masonería es considerada como
“irregular” por la corriente anglo-sajona la cual, desde su posición deísta y
moralista, rechaza esta orientación que impregna buena parte de la Masonería
europea continental y de Latinoamérica. Las Masonerías “latinas” fueron
las que llevaron adelante el enfrentamiento con la Iglesia Católica,
sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del siglo
XX, que involucró principalmente a Obediencias de Francia, Italia, España y
Portugal.
Resulta tragicómico
que una corriente masónica, irregular en sí misma por su origen cismático,
condene como irregular a otra corriente masónica emanada, a su vez, de ella
misma. Esto recuerda la imagen de la serpiente que se muerde la cola. En este
peculiar y patético caso, todas las Obediencias Especulativas
se acusan también de “irregulares” y todas tienen razón.
A modo de resumen y
guía práctica para los masones tradicionales y “guenonianos “, se
pueden señalar ciertas “marcas” inequívocas que denuncian las
peligrosas inversiones rituales derivadas de la subversión efectuada por
Anderson y sus secuaces y tan enérgicamente denunciadas por los Ancient York
Masons:
1) Inversión de las
Palabras de los dos primeros Grados simbólicos, estableciendo la
secuencia B... J.... M... que destruye la significación simbólica
tradicional del orden primitivo y auténtico de dichas Palabras o sea
J.... B... M... sigla ésta que alude muy claramente a un émulo de Hiram
Abbi.
2) Inversión del
orden de la Apertura de los Trabajos, pues los Operativos abrían en el
Grado más alto posible e iban abriendo, hacia abajo, los restantes.-
3) Exclusión de la
mujer de los Trabajos Masónicos, a diferencia de los Operativos que las
incluían sin prejuicios, aún en las tareas más pesadas, tal como se puede
comprobar en los textos y documentos medievales o también como los Operativos
en sentido espiritual como Martines de Pasqually, quien también las
incluía como lo hizo, por ejemplo, con la hermana de Willermoz.
4) Desplazamiento
del Ara, el V.·. L.·.
S.·. y la Estrella Flamígera del centro de la
Logia hacia el muro de Oriente, pasando de un simbolismo polar a otro
solar.
Continuando con el
pensamiento del Q.·. H.·.
Merlin, dice que se “marcó con claridad meridiana la neta superioridad de la
Masonería Operativa antigua frente a la Masonería Especulativa moderna. Dicha
superioridad se comprueba fácilmente en que la Masonería Operativa, siendo la
fuente y origen de la Masonería Moderna, es completa en sí misma, pues
posee los tres elementos necesarios para ello, a saber:
1) Una filiación
ininterrumpida.
2) Una doctrina
tradicional.
3) Un método de
realización espiritual.”
“En cambio, la
Masonería Especulativa moderna, si bien comparte la misma filiación
iniciática con la Masonería Operativa - pues no es más que una rama desviada de
la misma - ha olvidado o desvirtuado gran parte de la doctrina iniciática
(especialmente la parte que utiliza a la Geometría como soporte) que se expresa
por medio de símbolos y también ha perdido totalmente el método de realización
espiritual que sirve para llevar a la práctica lo que enseña la doctrina.”
El Q.·. H.·. René
Guénon señaló que dentro de lo Operativo se debe distinguir “un
sentido superior” por encima de lo meramente gremial (corporativo, dice
Guénon) representado por “los obreros de la piedra” y afirma que
los operadores de ese “sentido superior” eran “los inspiradores
hermetistas” que habían organizado la Masonería Operativa medieval. Entre esos
“inspiradores hermetistas” deben contarse un conglomerado de organizaciones que,
en distintos grados y responsabilidades, participaron posteriormente en
la formación de otras organizaciones iniciáticas occidentales. Entre las
primeras se menciona, generalmente, a los Templarios, los Fedeli d’Amore, los
Rosa+Cruces, ciertas tarikas sufíes, etc. mientras que dentro de las segundas
figuran la Franc-Masonería tradicional, los rosacrucianos, los Filósofos Incógnitos
o Desconocidos, L’Estoile Internelle, les Chevaliers du Divin Paraclet, les
Chevaliers-Macons Elus de Martines de Pasqually, etc.
Así, resumiendo,
podemos distinguir que la Masonería Tradicional Antigua estaba compuesta por
los siguientes estamentos:
1) Masonería Operativa Espiritual: que era practicada por los
“inspiradores hermetistas” antes mencionados. Los Caballeros-Masones Elegidos +
Sacerdotes del Universo, de Martines de Pasqually, y que según Guénon, habrían
sido unos de los últimos representantes. Esta particular Orden de masonería teúrgica
está restaurada a sus verdaderos orígenes de acuerdo a la información original
que emanara de la pluma de Martinez de Pasqually, de Louis Claude de
Saint-Martin (mientras fuera el secretario del Maestro como miembro de los
Elus+Cohens) y de Juan Bautista Willermoz (como miembro de los Elus+Cohens).
Esta Orden se encuentra actualmente activa, constituyéndose en la corona oculta
que sella el trabajo de la Orden Real de Heredom de Kilwinning.
2) Masonería Operativa Material: son los “obreros de la piedra”
que construyeron las catedrales medievales y a los que aludía el
Caballero Ramsay.
3) Masonería Aceptada: en las Logias Operativas que constituyen el
trabajo fundamental, de restitución a sus verdaderos orígenes, tanto en la doctrina,
como en sus rituales y constituciones por parte de la Gran Logia Simbólica,
como de la Gran Logia Madre Escocesa de Perfección de los Antiguos Maestros
Escoceses del Arte Real, como del Soberano Gran Capítulo para Chile de la Orden
Real de Heredom de Kilwinning.
En la actualidad y
ya transitando por los años que dan forma histórica al siglo XXI, es que nos
movemos hacia el futuro pero sin olvidar los fines y doctrinas que nos dieron
origen, respetando y llamando al orden original. Inexorablemente nos adentramos
en este siglo pero sin perder nuestra visión en nuestros antiguos comienzos,
pues creemos que las Verdades son siempre las mismas en todos los siglos,
aunque llamadas con diferentes nombres de acuerdo a las épocas que vive nuestra
sociedad.
Por supuesto que no renunciaremos a nuestra visión de lo que
es la verdadera masonería, como tampoco renunciaremos al privilegio de compartir con nuestros hermanos que trabajan
en la masonería especulativa moderna, pues abriendo el corazón y la razón es
posible el entendimiento, y a partir de ello resucitar todo el sistema a su
estado original.
Nuestra sociedad en general seguirá en este siglo haciendo
descubrimientos tecnológicos y científicos, se perfeccionarán las disciplinas
de comprensión del comportamiento humano, se harán esfuerzos a partir del
sufrimiento de muchas naciones por el hambre, las guerras y los desastres
naturales, para hacer surgir del corazón de toda la especie humana el interés
globalizado y solidario por quienes viven en otras latitudes; sin embargo,
nuestro trabajo como miembros de la antigua masonería de Heredom, seguirá
siendo el mismo: acercarnos a Dios por la vía y filiación del trabajo
“operativo”.
Bibliografía:
Merlin, Operativo
y Especulativo.
Para terminar con la
“Regularidad Masónica”