viernes, 4 de abril de 2014

LA MASONERIA EN LA OBRA DE RENE GUENON






LA MASONERÍA EN LA OBRA DE RENE GUENON *


Francisco Ariza


Quienes han leído y estudiado la obra de René Guénon, habrán sin duda reparado en las muchas veces que en ella se alude al simbolismo masónico y a la Masonería en general. En efecto, aunque Guénon no escribió ningún libro dedicado explícitamente a la Masonería sus referencias a ésta son constantes, hasta el punto de que casi todo lo que sobre ella escribió ha llegado a conformar, una vez reunido, dos gruesos volúmenes de más de seiscientas páginas publicados bajo el título de Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage, cuya primera edición data de 1964, trece años después de la desaparición de su autor.

Pero antes de esa recopilación se llevaron a cabo otras en donde se incluyeron también artículos tratando de la Masonería, como es el caso de Initiation et Réalisation Spirituelle, que contiene dos: "Sobre la 'Glorificación del trabajo'" y "Trabajo iniciático colectivo y 'presencia' espiritual". Asimismo en Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada, aparecido por primera vez en 1962, tenemos varios capítulos de contenidos y títulos claramente masónicos: "La letra G y el svástika", "Acerca de los dos San Juan", "La 'piedra angular' ", "Reunir lo disperso", "Piedra bruta y piedra tallada", "La cadena de unión", "El 'cuatro de cifra' " y "El ojo que lo ve todo". En este último volumen, que está dividido en varias secciones, también hay otros capítulos que aunque no sean estrictamente masónicos, sí aluden a la Masonería, especialmente en aquellos que han sido agrupados bajo el nombre de "Simbolismo constructivo", e igualmente en "Simbolismo de la forma cósmica", "Simbolismo axial y simbolismo de pasaje" y "Simbolismo del corazón".

Sin embargo no se queda aquí todo lo que Guénon escribió sobre la Masonería. Tendremos en cuenta también las referencias que sobre ésta existen en otros libros editados en vida del autor. Hablamos de El esoterismo de Dante, El Rey del Mundo, La crisis del mundo moderno, El reino de la cantidad y los signos de los tiempos, Apreciaciones sobre la iniciación y La Gran Tríada.

En este libro, que es por cierto el último que publicó Guénon (1946) hallamos varios capítulos donde menciona algunos datos importantes de la simbólica masónica relacionados con la cosmogonía hermético-alquímica y el taoísmo,1 tradición que Guénon conocía perfectamente, pues según algunos de sus biógrafos había sido iniciado en ella por los mismos años en que también obtuvo la iniciación masónica e igualmente la sufí. Por otro lado, es sabido que junto al taoísmo, la fuente principal de donde Guénon extrajo sus conocimientos sobre la metafísica fue sobre todo la tradición hindú, como se ve reflejado en dos de sus libros más emblemáticos: El hombre y su devenir según el Vedanta (1925) y Los estados múltiples del ser (1933).

Naturalmente no es nuestra intención hablar de todos los artículos y libros donde Guénon abordó el tema masónico, pues esto exigiría unos desarrollos que estarían fuera de lo que es el marco de una conferencia. Lo que pretendemos es simplemente señalar que en la obra de Guénon la Masonería ocupa un lugar muy importante, y siempre está presente en mayor o menor medida allí donde trata de los grandes temas de la Filosofía Perenne y la Ciencia Sagrada, revelados a través de los símbolos cosmogónicos y metafísicos que han dado su estructura y su ser a todas las culturas y civilizaciones a lo largo de la historia, y que ciertamente están también en los fundamentos de la cultura occidental, aunque hoy en día apenas nos percatemos de ello.

Por eso mismo es imposible separar la parte de esa obra dedicada a la Masonería de todo lo demás, pues una cosa de la que se da cuenta cualquiera que la haya leído con atención y sin prejuicios de ningún tipo es de que ella conforma un todo unitario, vertebrado en torno a un eje que no es otro que la exposición de la doctrina metafísica, y que a partir de ese punto de vista más elevado, verdadera piedra angular de la obra guenoniana, se organiza y adquiere un sentido coherente todo el resto. De ahí que el lector masón deba tener en cuenta "toda" la obra guenoniana y no sólo una parte de la misma si quiere entender en profundidad lo que en ella se dice acerca de la propia Masonería y su simbólica. En este sentido, para dicho lector el conjunto de esa obra pasará a ser una verdadera guía intelectual, que en un primer momento despertará en él el interés por sus símbolos y ritos, y posteriormente contribuirá de manera gradual al conocimiento de las ideas que a través de ellos se expresan y transmiten, coadyuvando así a su propia realización interior y personal.

Pongamos un ejemplo de lo que decimos. Anteriormente, cuando mencionamos la obra masónica de Guénon, no dijimos nada de El Simbolismo de la Cruz (1931), sencillamente porque en él no se menciona en ningún momento a la Masonería (excepto una leve mención en una nota del cap. IV a J.-M. Ragon y su Ritual del grado de Rosacruz), y en este sentido no estaría incluido dentro de ese índice. Y sin embargo se trata de uno de los libros de Guénon donde más se habla de geometría, ciencia en la que se fundamenta el arte de la arquitectura y que los antiguos masones identificaban con la propia Masonería. Por tanto aunque a ésta, como decimos, ni se la nombre, no por ello deja de estar presente de manera implícita en casi todo lo que allí se dice y se sugiere.

Ciertamente la cruz es un símbolo universal, y en este sentido lo que él expresa y manifiesta (nada menos que la estructura del cosmos y los principios de orden metafísico de los que esa estructura extrae toda su realidad) ha estado presente en todas las culturas sagradas y escuelas iniciáticas de la humanidad desde tiempo inmemorial. Por lo tanto también está en la Masonería, y por eso creemos que para un masón este libro puede reportarle unas enseñanzas que sin duda van a serle de una ayuda inestimable para conocer en profundidad la simbólica de su Orden, especialmente aquellas que se relacionan directamente con el simbolismo constructivo, en el que la geometría, en efecto, desempeña un papel esencial en tanto que vehículo de la Idea misma de la construcción, aquella que los masones llaman el Gran Arquitecto o Gran Geómetra del Universo. ¿Cómo entonces, nos preguntamos, no se iba a hablar de la Masonería en el libro más "geométrico" de Guénon?

Está claro que sí se habla; por ejemplo, en el mencionado cap. IV, titulado "Las direcciones del espacio", reconoceremos inmediatamente que todo lo que allí se dice tiene una relación directa con la simbólica de la orientación de la logia, que es en sí misma una imagen simbólica del Mundo, y dentro de la cual los masones se trasladan de Oriente a Occidente, de Mediodía a Septentrión, teniendo como referencia constante el centro de la misma, por donde pasa la dirección vertical Cénit-Nadir que une lo más alto de los cielos con lo más profundo de la tierra. Por otro lado, el simbolismo cosmogónico y metafísico de esa dirección vertical, o eje del mundo, aparece descrita en el cap. XXIII, titulado "Significación del eje vertical: la influencia de la voluntad del cielo", y no podemos evitar el establecer una correspondencia entre ese eje vertical y lo que significa el símbolo de la plomada dentro de la Masonería, pues en efecto en la iconografía masónica aparece muchas veces la plomada que pende directamente de la mano del Gran Arquitecto, descendiendo en perpendicular hacia el centro o corazón de la logia, representación del propio centro o corazón del masón, que une así su ser individual a su Origen y Principio.

Esa misma plomada podemos verla, junto con el nivel, en el siguiente capítulo, titulado "El rayo celeste y su plano de reflexión". El rayo celeste equivaldría a la plomada y el plano de reflexión al nivel, símbolo de la horizontal y del propio estado individual del ser humano, el cual encuentra la posibilidad de trascender o transmutar dicho estado gracias a la influencia de ese rayo celeste. Naturalmente que existen otras interpretaciones de la plomada y el nivel, sobre todo en su aplicación como útiles de la construcción, pero esa aplicación estará integrada perfectamente dentro de una lectura más amplia, más realmente universal, que es, a nuestro entender, a la que remite Guénon en esos y en otros capítulos en los que aborda las interrelaciones entre el eje vertical y el horizontal, como es el caso del cap. XIV, llamado "El simbolismo del tejido", cuya lectura hará evocar inevitablemente en un lector masón el simbolismo del pavimento mosaico, formado por el entrelazamiento de cuadrados blancos y negros idénticos a los del tablero de ajedrez o de damas, y que en efecto aparece como un símbolo de la propia estructura del cosmos. Y cómo no ver, en fin, en lo que se dice en el cap. XXIX, titulado "El centro y la circunferencia", las enseñanzas que se derivan del simbolismo del compás, instrumento que sirve justamente para trazar la figura del círculo, formada por el centro y la circunferencia que emana de él por intermedio de los cuatro radios de la cruz, constituida también por dos escuadras unidas por sus vértices respectivos.

En este sentido debemos recordar que es propio de la Ciencia Simbólica establecer constantes relaciones, correspondencias y analogías entre los distintos símbolos y también entre las múltiples interpretaciones que se hagan de un mismo símbolo. Como dice Guénon en el prólogo a El Simbolismo de la Cruz: "Estos sentidos simbólicos múltiples y jerárquicamente superpuestos en absoluto se excluyen entre sí, como tampoco excluyen el sentido literal; al contrario, concuerdan perfectamente entre ellos, ya que en realidad expresan las aplicaciones de un mismo principio en órdenes diversos; y así se complementan y corroboran integrándose en la armonía de la síntesis total. Además, es esto precisamente lo que hace del simbolismo un lenguaje mucho menos estrechamente limitado que el lenguaje ordinario, y el único apto para la comunicación de determinadas verdades; de esta manera, abre unas posibilidades de concepción verdaderamente ilimitadas, por lo que constituye el lenguaje iniciático por excelencia, el vehículo indispensable de toda enseñanza tradicional."

Pero centrémonos en aquella parte de la obra de Guénon donde se menciona de forma directa a la Masonería. En los dos volúmenes de Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage a los que hacíamos alusión anteriormente, observaremos que en el Anexo del segundo de esos volúmenes están recogidos los artículos masónicos que Guénon escribió para la revista La Gnose entre los años 1910 y 1912, revista que él mismo dirigió, y en la que trató de muchos otros temas relativos a la metafísica y al simbolismo, tanto de Oriente como de Occidente. De hecho en ese período de su vida, cuando tan sólo contaba veintitantos años, Guénon traza ya las líneas generales de lo que será su obra y demuestra tener un conocimiento profundo de la doctrina tradicional en sus diferentes y variadas expresiones.

Naturalmente ese conocimiento también se extendía a la Masonería, de la que Guénon era miembro activo durante aquellos años. En efecto, leyendo esos primeros artículos masónicos comprobamos que nuestro autor tenía ya una idea muy clara de lo que es y representa la Orden masónica, considerándola como un eslabón de la "cadena áurea" o Gran Tradición Unánime.

Como el propio Guénon dice a este respecto en "La Gnosis y la Francmasonería", su primer artículo masónico que data de marzo de 1910: "'La Gnosis, ha dicho el M.·. Il.·. H.·. Albert Pike, es la esencia y el meollo de la Francmasonería'. Por Gnosis debemos entender aquí ese Conocimiento tradicional que constituye el fondo común de todas las iniciaciones, cuyas doctrinas y símbolos se han transmitido, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, a través de todas las Fraternidades secretas cuya extensa cadena jamás ha sido interrumpida". Más adelante, hablando de los orígenes históricos de la Masonería moderna dice que ésta "deriva de una fusión parcial de los Rosa-Cruces, quienes habían conservado la doctrina gnóstica desde la edad media, con las antiguas corporaciones de Masones Constructores, cuyas herramientas, por lo demás, ya habían sido empleadas como símbolos por los filósofos herméticos". A continuación, reflexionando sobre el significado de la iniciación masónica, afirma que ésta: "como toda iniciación, tiene por finalidad la conquista del Conocimiento integral, que es la Gnosis en el verdadero sentido de la palabra. Podemos decir que es este Conocimiento mismo el que, hablando con propiedad, constituye realmente el secreto masónico, y por esta razón dicho secreto resulta esencialmente incomunicable (...). Agregaremos que, para nosotros, la Masonería no puede ni debe sujetarse a ninguna opinión filosófica particular, que ella no es más espiritualista que materialista, ni tampoco más deísta que atea o panteísta, en el sentido que habitualmente se atribuye a estas diversas denominaciones, puesto que ella deber ser pura y simplemente la Masonería.

Cada uno de sus miembros, al entrar en el Templo, debe despojarse de su personalidad profana y hacer abstracción de cuanto sea extraño a los principios fundamentales de la Masonería, principios a cuyo alrededor todos debieran unirse para trabajar en común en la Gran Obra de la Construcción universal".

En otro artículo de abril del mismo año, titulado "La Ortodoxia Masónica", Guénon aclara qué es la verdadera "regularidad" masónica, que lejos de estar fundamentada en consideraciones puramente históricas consiste, por el contrario, "en seguir fielmente la Tradición, en conservar con cuidado los símbolos y las formas rituales que expresan esta Tradición y que son como su ropaje, y en rechazar toda innovación sospechosa de modernidad. Y es a propósito que empleamos aquí la palabra modernidad, para designar esta tendencia demasiado difundida que, en Masonería como en todas partes, se caracteriza por el abuso de la crítica, el rechazo del simbolismo y la negación de todo aquello que constituye la Ciencia esotérica y tradicional.

No obstante, no queremos decir con ello que la Masonería, para ser ortodoxa, deba ceñirse a un formalismo estrecho, en que lo ritual deba ser algo absolutamente inflexible, dentro del cual no se pueda añadir ni suprimir nada sin hacerse responsable de algún tipo de sacrilegio; esto sería dar muestra de un dogmatismo que resulta del todo extraño e incluso contrario al espíritu masónico. La Tradición no excluye de ningún modo la evolución ni el progreso, los rituales pueden y deben ser modificados todas las veces que sea necesario para adaptarse a las condiciones variables de tiempo y de lugar pero, bien entendido, únicamente en la medida en que estas modificaciones no afecten a ningún aspecto esencial. El cambio en los detalles del ritual importa poco siempre y cuando la enseñanza iniciática que se desprenda de ellos no sufra ninguna alteración; y la multiplicidad de Ritos no tendría graves inconvenientes, quizá incluso tendría ciertas ventajas, si desgraciadamente no tuviera demasiado a menudo como consecuencia, sirviendo de pretexto a enojosas disensiones entre Obediencias rivales, comprometer la unidad, si se quiere ideal, pero con todo real, de la Masonería universal".

En estos dos artículos lo que Guénon afirma con una claridad meridiana es que la esencia de la Masonería, su razón profunda de ser, es el Conocimiento, la Gnosis, vehiculada por los símbolos y los ritos que jalonan la vía iniciática, los cuales predisponen al alma humana para recibir el don de la inteligencia, es decir la capacidad de poder "leer interiormente", que es lo que significa precisamente la palabra inteligencia, pudiendo desarrollar así todas las cualidades que porta en sí misma y que en el estado ordinario están como dormidas o en potencia. En la Masonería ese desarrollo se vive como un paso de las "tinieblas a la luz", o del "caos al orden". Por otro lado, la posibilidad vertical del Conocimiento es coetánea con el tiempo, por lo que las formas simbólicas y rituales que lo transmiten necesitan ser adaptadas a la mentalidad de los hombres y mujeres de cualquier momento histórico, pero conservando siempre lo esencial de esa transmisión, a saber: el influjo espiritual capaz de promover en el ser humano una completa transformación. Las innovaciones que no tienen en cuenta esta última premisa están abocadas al fracaso y pueden llevar a la Orden a su disolución en el mundo profano, pero lo contrario es igualmente nefasto, pues negar esa adaptación a los tiempos acabaría finalmente por petrificarla, convirtiéndola en letra muerta sin espíritu alguno que la vivificase. Las adaptaciones de que estamos hablando son siempre un delicado juego de equilibrio entre lo vertical, que es la esencia que el símbolo manifiesta, y lo horizontal, que son las circunstancias históricas, personales e individuales de los seres humanos. Conjugar armoniosamente ambas, pero asumiendo que existe una preeminencia de lo vertical sobre lo horizontal, de la esencia inmutable sobre la forma siempre cambiante, es lo que ha permitido que el Conocimiento y su transmisión se haya perpetuado de generación en generación a lo largo de los tiempos. Esto es lo que ha sabido hacer la Masonería en diversos momentos de su historia y por eso ha llegado hasta nuestros días.

El resto de artículos comprendidos en esos dos volúmenes de Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage corresponden ya a la época en que Guénon escribe el grueso de su obra, y se prolongarán hasta poco tiempo antes de su paso al Oriente Eterno. De hecho el último artículo dedicado a la Masonería data de diciembre de 1948 y su título es "Palabra perdida y nombres substituidos". A nuestro entender se trata de uno de sus artículos masónicos más importantes, pues en él aborda el tema central de la iniciación masónica: la búsqueda de la Palabra perdida y los diversos nombres simbólicos que la substituyen.

Esa Palabra no es sino el verdadero Nombre del Gran Arquitecto del Universo, y su pérdida, según cuentan las leyendas masónicas, se produce como consecuencia de la muerte del maestro Hiram. Sin entrar en los pormenores de ese estudio, que desde luego recomendamos vivamente, diremos que Guénon vincula la pérdida de esa Palabra con el período de oscurecimiento espiritual que vive la humanidad desde hace ya mucho tiempo, y al que desde luego no es ajena la Masonería. Si no, no se hablaría de pérdida, ya sea de esa Palabra o de cualquier otra cosa que, en todas las tradiciones, simboliza la posesión de lo que Guénon llama el estado primordial, que es el estado original del ser humano, y cuya recuperación es lo que se plantea en toda iniciación a los misterios de la vida, del hombre y del cosmos. Así pues, lo que se ha perdido en esta época de oscurecimiento (que los hindúes llaman Kali-Yuga o "Edad Sombría", y los antiguos griegos la "Edad de Hierro") es precisamente ese estado primordial, aunque también podría decirse, con Guénon, que más que perdido está oculto, encerrado en lo más profundo de la caverna del corazón de todo ser.

Entre los dos volúmenes de Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage contabilizamos un total de 22 artículos, de los que además de los nombrados destacaremos: "A propósito de los signos corporativos", "Masones y Carpinteros", "A propósito del Gran Arquitecto del Universo", "Concepciones científicas e ideal masónico", "Los Altos Grados masónicos", "Heredom", "Iniciación femenina e iniciación de oficio", "El Compañerazgo y los Bohemios", "A propósito de los peregrinajes", "A propósito de los constructores de la Edad Media" y "El crisma y el corazón en las antiguas marcas corporativas". Asimismo no podemos dejar de mencionar el apartado de reseñas de libros y revistas dedicados a los temas masónicos, que ocupan una gran parte de esos volúmenes, y que van desde el año 1929 hasta 1950.

Prácticamente todas esas reseñas están escritas para la revista Le Voile d'Isis (en la que empezó a colaborar en 1925), y que a partir de 1936 pasó a llamarse, bajo inspiración suya, Etudes Traditionnelles. Diremos que en esa revista Guénon escribió casi todos sus artículos sobre simbolismo y la doctrina tradicional, artículos que una vez recopilados han llegado a conformar ocho de sus 27 libros, sin contar los dos que estamos comentando.

Centrándonos un momento en las reseñas masónicas, diremos que Guénon no sólo se limita a hacer una recensión de ellas, sino que en bastantes ocasiones también aprovecha la oportunidad de incluir consideraciones relativas al simbolismo masónico y a todo cuanto concierne al universo de la Masonería, con lo cual muchas de esas reseñas, ya sean de libros o de revistas, suponen igualmente aspectos importantes a tener en cuenta dentro de los estudios de Guénon referentes a la Orden. Huelga decir que nuestro autor estaba permanentemente informado de todo lo que aparecía en el mundo editorial masónico, por lo que sus reseñas también podrían tomarse como una guía bibliográfica destinada a todos aquellos masones interesados en conocer los símbolos y la historia de la Masonería. Incluso en algunas de esas reseñas dice cosas que no menciona en sus artículos y libros, como por ejemplo cuando se refiere a la simbólica de la regla de 24 pulgadas (págs. 178 a 180 del tomo II), diciendo que está en relación con la división del día en dos partes de 12 horas cada una. O cuando reseñando un número de la revista The Speculative Mason que trata sobre los manuscritos de los "Old Charges" págs. 176 a 178 también del IIº tomo), nos dice que en esos manuscritos el nombre que aparece como el del arquitecto del Templo de Salomón no es el de Hiram sino el de Amón, lo cual le lleva a la conclusión de que a través de ese nombre la Masonería se vinculaba con la antigua tradición egipcia.2

Pero Guénon no sólo reseñaba lo propiamente masónico sino que también daba constancia de cuantos libros y revistas de carácter antimasónico caían en sus manos. Sin duda consideraba importante que sus lectores, masones o no, tuvieran conocimiento de los adversarios de la Masonería, que son en definitiva los adversarios, bien por pura ignorancia o mala fe, de la verdadera Gnosis y la Ciencia Sagrada, y de todo cuanto representa las ideas de Libertad, de Igualdad y de Fraternidad.

En este sentido debemos recordar las constantes denuncias hechas por Guénon en sus reseñas a la Revista Internacional de las Sociedades Secretas (R.I.S.S.), que era en realidad un nido de contrainiciados que en la línea del tenebroso Leo Taxil pretendían ridiculizar a la Masonería y su simbolismo, al que tildaban nada menos que de "satánico". Esta auténtica impostura, además de revelar una ignorancia completa acerca de los símbolos sagrados, escondía una intención muy clara de acabar con la única institución iniciática que aún pervive en Occidente, la cual es, como más adelante veremos, el "arca" receptora de su verdadera espiritualidad.

Guénon, como "guardián de la Tierra Santa" que también era, tenía asimismo como función impedir que determinadas influencias sutiles extremadamente negativas penetraran dentro del ámbito iniciático y masónico, y nada mejor para ello que denunciar y neutralizar desde el plano de las ideas a quienes eran los vehículos de esas influencias.3 Como dice a este respecto Federico González en su libro Esoterismo Siglo XXI. En torno a René Guénon (pág.173): "En cuanto a la lucha contra el Mal (...) es obvio que René Guénon veía en esas entidades concretas que lo encarnaban -cualesquiera que ellas fuesen o incluso imaginase- la inmensa batalla cósmica (como es propio en el trance chamánico) agravado todo ello por haber existido en el periodo cíclico -fin del Kali-Yuga- que le había tocado vivir. Sin duda mucho de lo que ha escrito, sobre todo en sus polémicas, no es sólo la necesidad de defenderse del Adversario, sino también las armas con que lo rechaza; son maldiciones (que forman parte del arte de mal-decir) perfectamente correlativas con las inmensas bendiciones que ha traído a sus lectores."

Pero refiriéndonos a las revistas propiamente masónicas reseñadas por Guénon hemos de destacar especialmente Le Symbolisme, The Grand Lodge Bulletin d'Iowa, Masonic Ligth y la ya mencionada The Speculative Mason. La primera de estas revistas, Le Symbolisme, era en cierto modo el órgano de la Gran Logia de Francia, a la que había pertenecido Guénon en su período de actividad masónica, pues su logia (llamada Thebah) formaba parte de esa Obediencia.4 En esta revista publicaban sus trabajos los más renombrados masones franceses de su tiempo, como Oswald Wirth, Marius Lepage, François Ménard, Albert Lantoine, etc. Todos ellos y muchos más mantenían además una frecuente relación epistolar con Guénon, sobre todo desde el momento en que éste se establece en Egipto a partir de 1931. Las otras revistas que hemos nombrado pertenecían al ámbito de la Masonería anglosajona, tanto de Inglaterra como de EE.UU. y Canadá. Hemos de decir que Guénon siempre tuvo una especial consideración hacia esa rama de la Masonería, y dentro de ésta su interés se centraba sobre todo en las logias que habían conservado con mayor o menor pureza los antiguos rituales operativos, en los que el simbolismo constructivo tiene un lugar destacadísimo. De hecho, y a pesar de su nombre, la revista The Speculative Mason (El Masón Especulativo) recogía los artículos de masones que formaban parte de esas logias operativas. Hemos de decir que esos artículos fueron siempre una fuente de información importante para Guénon, pues de ellos extrajo parte de sus conocimientos sobre la antigua Masonería. De entre esos artículos merecen destacarse los que llevaban la firma de Clement Stretton, de Thomas Carr o de John Yarker, integrantes de la "Venerable Sociedad de los Masones Libres" (todavía existente), la cual decía remontar su origen a la Masonería anterior a 1717.5

Hemos dicho en parte, pues Guénon también conocía la simbólica operativa a través de otras fuentes distintas a éstas, y no precisamente escritas sino orales. En este sentido, debemos recordar que hace unos años apareció en la revista masónica francesa Travaux de la Loge national de recherches Villard de Honnecourt un artículo que llevaba por título "Algunos aspectos de la doctrina de René Guénon". Su autor, Franz Vreede, había sido amigo personal de Guénon durante más de treinta años. En ese artículo Vreede cuenta que Guénon le hizo "saber que él era miembro de una Maestría, es decir de un grupo de maestros en todos los grados cuya tradición oral se remontaba a la época artesanal de la Masonería francesa. Como consecuencia de las dificultades que degeneraron en decadencia, los grupos de maestros, según Guénon, decidieron mantener la tradición antigua completamente pura. Para impedir en el futuro cualquier desviación, divulgación o traición, decidieron el anonimato de los miembros y que, en adelante, ya no hubieran más estatutos ni documentos escritos, tampoco candidaturas, sino aceptación de nuevos miembros por cooptación secreta" (...) Comprendí entonces, añade finalmente F. Vreede, de qué fuente auténtica Guénon obtenía sus extensos conocimientos del ritual y de los símbolos de la tradición antigua de constructores de catedrales y de su ciencia geométrica atribuida a Pitágoras, sin la cual el Gran Arte no podría existir".

Más arriba hablábamos del interés de Guénon por la rama anglosajona de la Masonería y por las logias que habían conservado el legado operativo más o menos intacto. Pero en realidad ese interés lo extendió a toda la Masonería sin excepción, pues siempre vio a ésta como una unidad en lo esencial, a pesar de la pluralidad de Ritos existentes, reflejo sin duda alguna de las diversas herencias tradicionales que la Orden masónica ha ido recibiendo a lo largo del tiempo, haciendo así realidad uno de sus lemas principales: "difundir la luz y reunir lo disperso".

De entre los Ritos de que estamos hablando Guénon conocía perfectamente el Escocés Antiguo y Aceptado, entre otras cosas porque es el que practicó durante su período de actividad masónica en la logia Thebah. Y su interés en este Rito se centraba sobre todo en su sistema de altos grados, algunos de los cuales fueron elaborados a partir de la herencia dejada por otras organizaciones iniciáticas diferentes de la Masonería, pero con las que ésta guardaba una estrecha vinculación gracias a su pertenencia común a la gran corriente del Hermetismo, como veremos a continuación.6 En realidad la institución de los altos grados pertenece a todos los Ritos masónicos, y si bien es ésta una cuestión en la que no podemos entrar de lleno, sí dejaremos constancia al menos de manera sucinta de lo que Guénon pensaba al respecto.

En el artículo antes mencionado "Palabra perdida y nombres substituidos" distingue nuestro autor dentro de los altos grados dos aspectos bien diferenciados: por un lado, aquellos "que tienen un lazo directo con la Masonería, y por otro los que pueden ser considerados como representando vestigios o recuerdos, que se injertaron en la Masonería o 'cristalizaron' de alguna manera a su alrededor, de antiguas organizaciones iniciáticas occidentales diferentes a ella".

En cuanto al primer aspecto, el de los altos grados que tienen un vínculo directo con la Masonería propiamente dicha, es decir con la que hereda el simbolismo de las corporaciones de constructores, Guénon nos dice en el mismo artículo citado que: "estos grados pueden ser considerados como constituyendo propiamente extensiones o desarrollos del grado de Maestro; es incontestable que, en principio, éste es autosuficiente, pero de hecho la gran dificultad que encuentra en desarrollar todo lo que implícitamente contiene justifica la existencia de esos desarrollos ulteriores. Se trata, pues, de una ayuda aportada a aquellos que desean realizar lo que no poseen sino de manera virtual". Más adelante Guénon continúa: "A decir verdad, si el grado de Maestro fuese más explícito, o si todos aquellos que fueran admitidos estuvieran verdaderamente más cualificados, es en su interior mismo donde esos desarrollos encontrarían su lugar, sin que sean necesarios otros grados nominalmente distintos de aquel". Y en nota añade: "El Maestro, por lo mismo que posee 'la plenitud de los derechos masónicos', sobre todo tiene el de acceder a todos los conocimientos incluidos en la forma iniciática a la cual pertenece; es esto, por otra parte, lo que expresaba netamente la antigua concepción del 'Maestro en todos los grados', la cual parece completamente olvidada hoy en día". Entre esos altos grados complementarios al de Maestro, Guénon subraya especialmente el de "Royal Arch" perteneciente al Rito inglés, considerándolo como el "nec plus ultra" de la iniciación masónica. En este sentido creemos que es interesante señalar que Guénon habla extensamente del "Royal Arch" en su artículo sobre "La piedra angular", que como ya dijimos está incluido en Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada dentro de la sección "Simbolismo constructivo". Nos atreveríamos incluso a decir que casi todo lo que en ese artículo se dice está referido específicamente a la simbólica contenida en ese grado, lo cual muestra suficientemente la importancia que le concedía dentro de la "Gran Obra" masónica.7

En cuanto al segundo aspecto, el de los altos grados que representan vestigios de otras organizaciones iniciáticas distintas de la Masonería, Guénon asegura que "la razón de ser de estos últimos grados (...) es en suma la conservación de lo que puede mantenerse todavía de las iniciaciones de que se trata, y ello de la única manera en que es posible tras su desaparición en tanto que formas independientes; ciertamente habría mucho que decir sobre este papel conservador de la Masonería y sobre la posibilidad que ese papel le ofrece de suplir en cierta medida la ausencia de iniciaciones de otro orden en el mundo occidental actual". Esto último es sumamente importante, pues ese papel conservador que Guénon asigna a la Masonería convierte a ésta en una especie de "arca" receptora de los gérmenes espirituales de diversas organizaciones iniciáticas y esotéricas que conformaron la historia y el ser de Occidente hasta los mismos albores de los tiempos modernos, justo en el momento en que nace la Masonería actual.8 Guénon habla concretamente de aquellas organizaciones que procedían directamente del Hermetismo y de las órdenes de caballería emparentadas con este último, y deja entender que es en la Masonería Escocesa (la del Rito Escocés Antiguo y Aceptado) donde se ha conservado con más nitidez esa herencia hermética y caballeresca. Así lo deja entrever Guénon en El esoterismo de Dante, especialmente en los capítulos II, III y IV, en los que habla de algunos altos grados del Escocismo vinculándolos con su origen hermético y caballeresco. Entre estos altos grados Guénon destaca el 18º y los que conforman los "Grados Filosóficos o Areópagos", como por ejemplo el 26º y el 30º, este último llamado Caballero Kadosh, y a quien también consideraba como el nec plus ultra de la iniciación masónica.9

Desde luego que habría mucho que decir sobre todo esto, pues no es un tema menor el papel que Guénon asignaba a la Masonería dentro del esoterismo contemporáneo. Pero resumiendo he aquí finalmente lo que nos dice en su artículo sobre "Los Altos Grados": "Nosotros los consideramos como teniendo una utilidad práctica incontestable, pero con la condición, desafortunadamente muy poco realizada, sobre todo hoy en día, de que cumplan verdaderamente con el fin para el que fueron creados. Por ello sería necesario que los Talleres de estos altos grados fuesen reservados a los estudios filosóficos y metafísicos, muy olvidados en las Logias simbólicas [las de los tres primeros grados]; nunca se debería olvidar el carácter iniciático de la Masonería, que no es ni puede ser, diga quien lo diga, ni un club político ni una asociación de socorros mutuos. Sin duda, no se puede comunicar aquello que es inexpresable por esencia, porque los verdaderos arcanos se defienden ellos mismos de cualquier indiscreción; pero al menos se pueden dar las claves que permitirán a cada cual obtener la iniciación real por sus propios esfuerzos y su meditación personal, y se puede también, siguiendo la Tradición y la práctica constante de los Templos y Colegios iniciáticos de todos los tiempos y de todos los países, situar a aquel que aspira a la iniciación en las condiciones más favorables de realización. No nos extenderemos más sobre este asunto, pensando haber dicho lo suficiente para hacer entrever lo que podrían ser los altos grados masónicos, si, en lugar de quererlos suprimir pura y simplemente, se hiciera de ellos verdaderos centros iniciáticos encargados de transmitir la ciencia esotérica y conservar íntegramente el depósito sagrado de la Tradición ortodoxa, una y universal".

Estamos convencidos que el estudio de la obra guenoniana ayuda a crear esas "condiciones favorables" entre los masones que aspiran a conocer algo más que una simple lectura moral y alegórica de su patrimonio simbólico y ritual, que al fin y al cabo es el que da sentido a la propia Orden masónica, y por extensión a los trabajos que realizan dentro de la logia y también consigo mismos.

En este sentido no podemos dejar de mencionar en este breve repaso por la obra masónica de Guénon sus dos libros dedicados al gran tema de la iniciación, en los que expone los principios teóricos que jalonan la experiencia en la vía del Conocimiento. Esos libros serían, pues, una guía también para el propio masón, que verá en ellos un complemento perfecto a los estudios sobre el simbolismo y la metafísica. Estamos hablando de Apreciaciones sobre la iniciación e Initiation et Réalisation Spirituelle, a los que ya nos referimos al comienzo. Como dijimos entonces el segundo de esos dos libros es en realidad una recopilación de artículos aparecidos a lo largo de los años en la revista Etudes Traditionnelles, revista que fue durante todo el tiempo en que Guénon colaboró en ella (colaboración que sólo se interrumpió tras su fallecimiento), uno de los foros más importantes en la difusión de la Gnosis en Occidente. También dijimos que en él aparecen dos artículos referidos directamente a la Masonería: "Sobre la 'Glorificación del trabajo'" y "Trabajo iniciático colectivo y 'presencia' espiritual". En ambos el tema central no es otro que explicar la naturaleza del trabajo iniciático, que en la Masonería también reviste una forma grupal como todas las iniciaciones basadas en el oficio. Pero Guénon se encarga de aclarar que ese trabajo grupal "no puede sustituir jamás el trabajo personal y puramente interior de cada uno". Ahora bien ya se trate de trabajo colectivo (como el que llevan a cabo todos los miembros de una logia), como del trabajo personal, ambos no serían posibles, o mejor dicho no serían efectivos si no se hicieran "A la Gloria" del Principio bajo el cual se cumplen dichos trabajos, Principio que como sabemos en la Masonería recibe el nombre de Gran Arquitecto del Universo. Es la simiente del influjo espiritual del Gran Arquitecto la que recibe el recipiendario al comienzo de su carrera masónica, y a partir de ahí será el esfuerzo o la voluntad personal por superar su condición profana, guiada necesariamente por la meditación y la comprensión de las ideas reveladas en los símbolos y ritos de la Orden, lo que irá propiciando paulatinamente el despertar y el desarrollo de los talentos, cualidades y virtudes que porta en su interior.

Pues la recepción de ese influjo no añade nada que el ser humano no posea ya en sí mismo, que no esté previamente en su naturaleza. De ahí la máxima socrática que figura también como uno de los lemas de la Masonería:
"Conócete a ti mismo".

En Apreciaciones sobre la iniciación, Guénon desarrolla y profundiza en todas estas cuestiones, y en bastantes ocasiones el lector masón tendrá la sensación de que Guénon le está hablando directamente a él, hasta el punto de que llega a considerar a Apreciaciones sobre la iniciación como un libro perfectamente masónico. Así ocurre, por ejemplo, cuando lee capítulos tales como "De las cualificaciones iniciáticas", "De los ritos iniciáticos", "El rito y el símbolo", "Mitos, misterios y símbolos", "Ritos y ceremonias", "De las pruebas iniciáticas", "De la muerte iniciática", "Operativo y especulativo", "Iniciación efectiva e iniciación virtual", "De la enseñanza iniciática" y "Sobre dos divisas iniciáticas".

Diremos que las dos divisas a las que se refiere Guénon en este último capítulo son Post Tenebras Lux (La Luz después de las Tinieblas) y Ordo ab Chao (El Orden extraído del Caos), divisas que pertenecen a los más altos grados de la Masonería Escocesa. Allí podemos leer lo siguiente: "La luz está pues 'después' de las tinieblas, y esto no solamente desde el punto de vista 'macrocósmico', sino también desde el punto de vista 'microcósmico'que es el de la iniciación, puesto que, en este caso las tinieblas representan el mundo profano, de donde viene el recipiendario, o el estado profano en el cual éste se encuentra por de pronto, hasta el momento preciso en que devenga iniciado 'recibiendo la luz'. Por la iniciación el ser pasa entonces 'de las tinieblas a la luz', como el mundo, en su origen (y el simbolismo del 'nacimiento' es aplicable en ambos casos), pasó por el acto del Verbo creador y ordenador. De esta manera la iniciación es verdaderamente, según un carácter por otro lado muy general de los ritos tradicionales, una imagen de 'lo que fue hecho en el principio' ".

Naturalmente, y a pesar de sus múltiples referencias a la Masonería, Apreciaciones sobre la iniciación no es un libro masónico, pero sí está escrito por un maestro masón, como fue Guénon, a la hora de exponer sus ideas sobre la Ciencia Simbólica, vehículo de la Cosmogonía Perenne. Y a pesar de que sus actividades masónicas finalizaran en el año 1913, esto no significa que Guénon no fuera un miembro de la Orden masónica hasta el fin de sus días. Recordemos que en cierta ocasión él mismo dejó escrito que "la cualidad iniciática, una vez que ha sido recibida, de ninguna manera está ligada al hecho de ser miembro activo de tal o cual organización; desde el momento en que la vinculación a una organización tradicional ha sido efectuada, ésta no puede ser rota bajo ninguna circunstancia, subsistiendo incluso hasta cuando el individuo no tenga con esa organización ninguna relación aparente, lo cual no tiene sino una importancia muy relativa al respecto" ("De los ritos iniciáticos", cap. XV de Apreciaciones sobre la iniciación).

Asimismo, también es verdad que si Guénon tuvo tan presente a la Masonería no es porque él mismo fuera masón, sino porque la consideraba la única institución iniciática que aún quedaba en Occidente, pues había sabido conservar su identidad gracias a que sus símbolos y sus ritos todavía son efectivos para los hombres y mujeres nacidos en la sociedad moderna. Guénon, que fue ante todo un intérprete y un transmisor de la Tradición Unánime, escribió para quienes vivimos en dicha sociedad, adecuando el mensaje imperecedero de esa Tradición a nuestra mentalidad, pero conservando al mismo tiempo, como dice Michel Vâlsan en la introducción a Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada, "la presencia discreta de ese elemento indefinible de misterio, de majestad profunda de las realidades, de belleza inefable de las significaciones y de la perfección indudable de los fines, que es propio de los datos de la verdadera ciencia".

No quisiéramos acabar sin mostrar nuestro agradecimiento a la obra guenoniana, y a la de todos aquellos que han bebido de ella y la han tomado como su guía en la búsqueda del Conocimiento, que es en realidad la gran aventura a realizar por cualquier vida humana. Una obra, en fin, que para nosotros está tan viva como lo está el pensamiento que se refleja en ella, pensamiento que no es el de una individualidad (siempre condicionada y limitada), sino que ha sido forjado en la matriz de la Sabiduría y parido por ella, de tal manera que para los que estamos, como decía Proclo, "en el fondo de los pozos de la vida", representa ese puente o escala que puede rescatarnos de esa condición y empezar a concebir una existencia acorde con nuestro verdadero destino, que es también nuestro verdadero origen.


NOTAS:

* Esta conferencia formó parte de la "Semana Guenoniana de Buenos Aires.
René Guénon, Testigo de la Tradición", celebrada en la Biblioteca del Congreso de la Nación en Agosto de 2001. Las jornadas estuvieron coordinadas por Emilio J. Corbière.

1 Por ejemplo el cap. VIII ("Cuestiones de orientación"), el XIII (Azufre, Mercurio y Sal"), el XVI ("Entre la escuadra y el compás"), el XVII ("El Ming-Tang"), y el XXVI ("La Ciudad de los Sauces").

2 A propósito de todo esto ver también "Sobre algunos aspectos de la Masonería llamada 'escocesa' ", cap. IV de René Guénon et les Destins de la Franc-Maçonnerie, de Denys Roman.

3 A los cincuenta años del fallecimiento de Guénon no se puede decir que ese peligro haya desaparecido, si bien éste ha tomado nuevas formas, como aquellas que se revisten de un "tradicionalismo" de corte fascistoide que infiltrado dentro de la propia Masonería pretende convertir a ésta en una "sucursal" del catolicismo integrista, el cual, ciertamente, nada tiene que ver con el verdadero catolicismo. El objetivo de esos "tradicionalistas" es crear una Masonería "religiosa", lo cual es a todas luces contrario a las ideas y los principios masónicos, que desde luego nada tienen que ver con lo religioso ni lo piadoso-moral. Creemos que con todo ello no se busca "religar" con ningún principio de orden trascendente, sino únicamente suprimir la dimensión iniciática, cosmogónica y metafísica de la Masonería (es decir destruirla), en definitiva todo aquello que le otorga su verdadera esencia y razón de ser. Debemos a este respecto señalar a Jean Reyor como uno de los principales inspiradores de ese movimiento "integrista" dentro de la Masonería, lo cual adquiere una especial gravedad (y cobra tintes de verdadera traición) teniendo en cuenta que el susodicho fue durante mucho tiempo un estrecho colaborador de Guénon. Ver a este respecto "En torno a la palabra perdida de los maestros masones", de A. Bachelet, aparecido en el Nº 19-20 de SYMBOLOS. También en el Nº 21-22 ver "De un documento confidencial inédito", de A. Balestrieri. En ambos se denuncian las maniobras manipuladoras y contra-iniciáticas de Reyor, implicado también con F.
Schuon.

4 Los rituales de la logia Thebah han sido traducidos al castellano por SYMBOLOS en su colección "Papeles de la Masonería".

5 Sobre esto último ver "Aspectos simbólicos de algunos rituales masónicos operativos", aparecido en el Nº 8 de SYMBOLOS.

6 Sobre la Masonería como una organización iniciática integrada dentro de la Tradición Hermética, así como la influencia que esta última ha tenido en la gestación y el desarrollo de las ideas en la cultura de Occidente, ver Hermetismo y Masonería. Doctrina, Historia, Actualidad, de Federico González. Ed. Kier, Buenos Aires 2001.

7 Aunque Guénon no haya sido tan explícito como con el del "Royal Arch", también deberíamos considerar dentro de los grados complementarios a la maestría los denominados "Grados de Perfección" de la Masonería Escocesa, que justamente se llaman así porque suponen un acabamiento de las enseñanzas contenidas ya en el tercer grado. Dentro de esos "Grados de Perfección"
también existe uno con el nombre de "Royal Arch" (13º), así como otro denominado "Gran Escocés de la Bóveda Sagrada" (14º y último de esa serie).

8 Ver el artículo de A. Bachelet "El Arca viviente de los símbolos"
aparecido en el Nº 19-20 de SYMBOLOS.

9 Ver el último cap. de Initiation et Réalisation Spirituelle, titulado "Realización ascendente y realización descendente", y especialmente la nota 7.


jueves, 3 de abril de 2014

EL MS. WILKINSON Y DE LA PRIMERA PARTE DE LA MASONERIA DISECADA




TEXTOS DEL MS. WILKINSON Y DE LA PRIMERA PARTE DE LA MASONERIA DISECADA

Ms. Wilkinson
La Masonería Disecada
 
(1) P. – ¿Sois un Masón? 
(4) P. – ¿Sois un Masón? 
R. – Así soy recibido Entre los Hermanos y compañeros 
R. – Así soy recibido y Aceptado entre [los] Hermanos y Compañeros. 
 
(2) P. – ¿Cómo He de saber que sois un Masón?
(5) P. – ¿Cómo podría saber que sois un Masón?
R. – Por [los] Signos, Toques y Puntos perfectos de Entrada 
R. – Por Signos y Toques y Puntos perfectos de mi Entrada. 
 
(3) P. – ¿Qué son [los] Signos?
(6) P. – ¿Qué son [los] Signos?
R. – Toda Escuadra, Niveles y perpendiculares 
R. – Todos [o "todas las"] Escuadras, Angulos y Perpendiculares. 
 
(4) P. – ¿Qué son [los] toques?
(7) P. – ¿Qué son [los] Toques?
R. – Ciertos Agarres 
R. – Ciertos Agarres Regulares y Fraternos. 
 
(8) Exam. – Dadme los Puntos de vuestra Entrada. 
 
(5) P. – Dadme el primero, yo os daré el Segundo 
R. – Dadme el primero, y yo os daré el segundo. 
 
(6) M Ex.– .....Yo guardo 
(9) Exam. – Yo lo guardo. 
 
– Yo Oculto 
R. – Yo lo Oculto. 
 
(7) P. – ¿Qué Ocultáis? 
(10) Exam. – ¿Qué es lo que Ocultáis?
R. – Todos los Secretos o lo Secreto de un Masón o [de la] Masonería 
R. – Todos los Secretos y lo Secreto de los Masones y la Masonería, excepto a un Verdadero y Legítimo Hermano después del debido Examen, o en una Logia justa y venerable de Hermanos y Compañeros, bien reunida. 
 
(8) P. – ¿Qué son [los] Secretos?
(66) P. – ¿Qué son los Secretos de un Masón?
R. – Signos, Toques, y diversas Palabras
R. – Signos, Toques y diversas Palabras. 
 
(86) Ex. – Dadme el Signo de Aprendiz Aceptado. 
 
Resp.: Extendiendo los Cuatro Dedos de la Mano Derecha y pasándolos a través de su Garganta; es el Signo, y demanda un Toque. 
N.B. Un Toque es juntando la Yema del Pulgar de la Mano Derecha con el primer Nudillo del dedo Indice de la Mano Derecha del Hermano que pide una Palabra. 
 
(9) P. – ¿Tenéis alguno en palabras, como un Masón? 
R. – Tengo 
 
(10) P. – Dadme una 
(87) P. – Dadme la Palabra
R. – La deletrearé con Vos
R. – La deletrearé con Vos 
 
(11) Dadme la primera, yo os daré la Segunda 
verte8
(12)       1 ––––––––– B 
2 ––––––––– O 
3 ––––––––– A 
4 ––––––––– Z 
1 ––––––––– Bo 
2 ––––––––– Az
(88) Exam. BOAZ (N.B.: el Exam. dice B, Resp. O, Exam. A, Resp. Z, es decir Boaz). Dadme otra. 
 
Ver el 3er Cap. del 2º libro de Crónicas v. 17º, donde se halla que Boaz era el Nombre de la Columna de la izquerda ante el Templo de Salomón, y el de la Derecha Jakin. 
 
(89) Resp. JAKIN (N.B.: Boaz y Jakín eran dos Columnas en el Atrio de Salomón. I Reyes, cap. VII, vers. 21)
(2) P. – ¿Qué Recomendaciones traéis de allí?
(13) – Muy Venerable, el Maestro y los compañeros de la Santa Logia de S. Juan de donde Vengo, os Saludan, os Saludan, os Saludan, tres [veces] Bienvenidos Hermanos
R. – Las Recomendaciones que traigo de los Muy Venerables Hermanos y Compañeros de la Muy Venerable y Sagrada Logia de S. Juan de donde provengo, y que os Saludan triplemente de todo corazón. 
 
(3) P. – ¿Qué habéis venido a hacer aquí?
R. – No a hacer mi propia Voluntad, 
Sino a subyugar continuamente mi Pasión; 
A poner en obra las Reglas de la Masonería, 
Y hacer así un Progreso diario. 
 
(14) P. – ¿Qué vísteis antes de ser Admitido en la Logia? 
R. – Al Aprendiz más Reciente con una Espada desenvainada en su mano 
 
(16) P. – ¿Quién os condujo a la Logia?
R. – Un Aprendiz Aceptado 
 
(17) P. – ¿Cómo os condujo?
R. – Ni desnudo ni vestido, ni descalzo ni calzado, privado de todo Metal y en una Postura correcta. 
 
(15) P. – ¿Cómo fuisteis Admitido en la Logia?
(18) P. – ¿Cómo lográsteis [vuestra] Admisión?
R. – por tres grandes golpes
R. – Por tres grandes Golpes 
 
(16) P. – ¿Quién os Introdujo en la Logia?
(19) P. – ¿Quién os recibió?
R. – el Segundo Vigilante
R. – Un Segundo Vigilante. 
 
(17) P. – ¿Cómo os Introdujo?
(20) P. – ¿Cómo dispuso de vos?
R. – Me condujo Alrededor de la Logia debidamente, Este y Oeste, y me presentó al Primer Vigilante
R. – Me llevó hasta la Parte Nordeste de la Logia, y me trajo de regreso nuevamente al Oeste y me entregó al Primer Vigilante. 
 
(18) P. – ¿Qué hizo éste con vos?
(21) P. – ¿Qué hizo con vos el Primer Vigilante?
R. – Me condujo por tres grandes Gradas hasta el Maestro
R. – Me presentó, y me enseñó cómo subir (mediante tres Gradas) ["Steps"] hasta el Maestro. 
 
(19) P. – ¿Qué es lo que el Maestro hizo con vos?
(22) P. – ¿Qué hizo el Maestro con vos?
R. – Me hizo un Masón
R. – Me hizo un Masón 
 
(20) P. – ¿Cómo fuisteis hecho un Masón?
(23) P. – ¿Cómo os hizo un Masón?
R. – Ni sentado ni de Pie, ni Desnudo ni Vestido, sino en la debida forma 
 
(21) P. – ¿Cuál es la debida forma?
R. – con la rodilla descubierta y doblada en el Suelo entre [los brazos de] la Escuadra y mi mano izquierda sobre la biblia, mi mano Derecha Extendida con el Compás hasta mi pecho izquierdo Desnudo, tomando el Compromiso Solemne de un Masón
R. – Con mi Rodilla descubierta y doblada y mi Cuerpo dentro de la Escuadra, el Compás extendido hasta mi Pecho Izquierdo desnudo, mi Mano Derecha desnuda sobre la Santa Biblia; allí tomé el Compromiso (o Juramento) de un Masón. 
 
(22) P. – ¿Podéis Repetirlo?
(24) P. – ¿Podéis repetir ese Compromiso?
R. – Puedo
R. – Me Esforzaré en ello 
 
(23) P. – Repetidlo 
R. – Por este acto Prometo y declaro Solemnemente en Presencia de Dios Todopoderoso, 
que guardaré ["heal"] y Ocultaré todos los Secretos o lo Secreto de un Masón o de la Masonería, que me hayan sido Revelados hasta aquí, que lo sean ahora, o en cualquier momento futuro; que no Hablaré de ellos ni los Declararé a nadie Excepto a un Hermano o compañero después de un debido Examen
(Lo cual es como sigue.) 
Por este Acto Voto y Juro solemnemente en Presencia de Dios Todopoderoso y de esta Muy Venerable Asamblea, que guardaré ["hail"] y Ocultaré, y nunca Revelaré los Secretos o lo Secreto de los Masones o la Masonería, que puedan serme Revelados; excepto a un Verdadero y Legítimo Hermano, después de un debido Examen, o en una Justa y Venerable Logia de Hermanos y Compañeros bien reunida
que no los escribiré, tallaré, marcaré, Señalaré o Grabaré: Haré que sean escritos,9 Escritos en Marcas, Señalados o Grabados sobre nada movible o Inamovible
Y además Prometo y Voto, que no los Escribiré, Imprimiré, Marcaré, Esculpiré o Grabaré, o haré que sean Escritos, Impresos, Marcados, Esculpidos o Grabados en Madera o Piedra, de modo que la Impresión o el Carácter Visible de una Letra pueda aparecer, y sean [así] obtenidos ilegítimamente.
Bajo una Pena no menor que tener mi Garganta Cortada, mi lengua desgarrada del Paladar, mi corazón Arrancado de bajo mi Pecho Izquierdo y enterrado bajo las Arenas del Mar, a la distancia de un Cable de la Tierra, donde la marea Baja y sube dos veces en 24 horas, mi cuerpo quemado hasta ser reducido a Cenizas, y las Cenizas Esparcidas por toda la faz de la Tierra de forma que no quede ningún Recuerdo de mí— 
Que Dios me Ayude, 
Besando la biblia
Todo ello bajo una Pena no menor que tener mi Garganta cortada, mi Lengua extraída del Paladar, mi Corazón arrancado de bajo mi Pecho Izquierdo, para ser enterrados bajo las Arenas del Mar, a la Distancia de un Cable de la Orilla, donde la Marea baja y sube dos veces en 24 Horas, mi Cuerpo quemado hasta las Cenizas, mis Cenizas esparcidas sobre la Faz de la Tierra para que no haya más Recuerdo de mí entre los Masones. 
Que Dios me ayude.

(24) P. – ¿Qué vísteis cuando fuísteis Introducido en la Logia?
(49) P. – ¿Hay alguna Luz en vuestra Logia?
R. – tres grandes luces
R. – Sí, Tres. 
 
(25) P. – ¿Qué Representan?
(50) P. – ¿Qué representan?
R. – [El] Sol. [La] Luna. y [el] Maestro Masón
R. – [el] Sol, [la] Luna y [el] Maestro Masón. 
N.B. Estas Luces son tres grandes Velas colocadas en altos Candeleros. 
 
(26) P. – ¿Por qué [es] así?
(51) P. – ¿Por qué [es] así?
R. – el Sol para gobernar el día, la Luna la Noche y el Maestro Masón la Logia
R. – [El] Sol para gobernar el Día, [la] Luna la Noche, y [el] Maestro Masón su Logia. 
 
(52) P. – ¿Tenéis Luces fijas en vuestra Logia? 
R. – Sí. 
(53) P. – ¿Cuántas? 
R. – Tres. 
N.B. Estas Luces fijas son Tres Ventanas, que se supone (aunque vanamente) hay en toda Habitación donde se reúne una Logia, pero más propiamente son los cuatro Puntos Cardinales según las antiguas Reglas de la Masonería. 
(54) P. – ¿Cómo están situadas? 
R. – Este, Sur y Oeste. 
(55) P. – ¿Cuáles son sus Utilidades? 
R. – Iluminar al Hombre hacia, en y desde su Trabajo. 
(56) P. – ¿Por qué no hay Luces en el Norte? 
R. – Porque el Sol no arroja Rayos desde allí. 
 
(27) P. – ¿Dónde está Sitúado el Maestro?
(57) P. – ¿Dónde se sitúa vuestro Maestro?
R. – En el Este
R. – En el Este. 
 
(28) P. – ¿Por qué así? 
R. – De la misma manera que el Sol Sale por el Este para abrir el Día, Así el Maestro se sitúa en el Este para abrir la Logia y Poner a los Hombres al Trabajo
(58) P.  – ¿Por qué razón? 
R. – Así como el Sol sale por el Este y abre el Día, así el Maestro se sitúa en el Este (con su Mano Derecha sobre su Pecho Izquierdo como un Signo, y la Escuadra [colgando] alrededor de su Cuello) para abrir la Logia y poner a sus Hombres al Trabajo. 
 
(29) P. – ¿Dónde está Situado vuestro Vigilante?
(59) P. – ¿Dónde se sitúan vuestros Vigilantes?
R. – En el Oeste
R. – En el Oeste. 
 
(30) P. – ¿Por qué así?
(60) P. – ¿Cuál es su Deber?
R. – Tal como que el Sol se pone por el Oeste para Cerrar el Día, así él descarga a los Hombres del Trabajo
R. – Así como el Sol se pone por el Oeste para cerrar el Día, así los Vigilantes se sitúan en el Oeste (con su Mano Derecha sobre su Pecho Izquierdo como Signo, y el Nivel y la Plomada alrededor de sus Cuellos) para cerrar la Logia y descargar a los Hombres de su Labor, pagándo sus Salarios. 
 
(31) P. – ¿Dónde el compañero del Oficio?
(61) P. – ¿Dónde se sitúa el Aprendiz Aceptado más Antiguo?
R. – En el Sur
R. – En el Sur. 
 
(32) P. – ¿Por qué así?
(62) P. – ¿Cuál es su Deber?
R. – Para guardar y Ocultar, y Ocultar y dar la bienvenida a Hermanos extranjeros
R. – Escuchar y recibir Instrucciones y dar la bienvenida a los Hermanos foráneos. 
 
(33) P. – ¿Dónde está Situado el aprendiz Aceptado?
(63) P. – ¿Dónde se sitúa el Aprendiz Aceptado más Reciente?
R. – En el Norte
R. – En el Norte. 
 
(34) P. – ¿Por qué así?
(64) P. – ¿Cuál es su Deber?
R. – Para guardar y Ocultar, Recibir Instrucciones y Fortalecer la Logia
R. – Mantener alejados a todos los Cowans10 e Infiltrados ["Eves-droppers"]. 
 
(65) P. – Si un Cowan (o un Espía) es atrapado, ¿Cómo ha de ser castigado? 
R. – Colocándole bajo los Aleros de las Casas (en Tiempo de lluvia) hasta que el Agua entre por sus Hombros y desborde de sus Zapatos. 
 
(32) P. – ¿Cómo está Situada vuestra Logia?
(32) P. – ¿Cómo está situada?
R. – Debidamente Este y Oeste, como lo están todos los Lugares sagrados o Deben estarlo. 
 
(33) P. – ¿Por qué así?
R. – Porque todas las Iglesias y Capillas así lo están o deben estarlo. 
 
(36) P. – ¿Dónde está Situada?
(31) P. – ¿Dónde se ubica la Logia?
R. – Sobre Tierra sagrada en el Valle de Josafat o en Cualquier otro Lugar
R. – Sobre Tierra Sagrada, en la Colina más alta o en el Valle más profundo, o en el Valle de Josafat, o en cualquier otro Lugar secreto. 
 
(37) P. – ¿Cuán alta es vuestra Logia?
(29) P. – ¿Cuán alta [es]?
R. – Innumerables Pies y Pulgadas
R. – Innumerables Pulgadas, Pies y Yardas, tan alta como los Cielos. 
 
(30) P. – ¿Cuán profunda?
R. – Hasta el Centro de la Tierra 
 
(38) P. – ¿Cuál es la forma de vuestra Logia?
(26) P. – ¿Qué Forma tiene la Logia?
R. – un Cuadrado Largo [ = un Doble Cuadrado]
R. – Un Cuadrado largo [ = un doble Cuadrado]. 
 
(27) P. – ¿Cuán largo?
R. – De Este a Oeste. 
 
(28) P. – ¿Cuán ancho?
R. – De Norte a Sur. 
 
(39) P. – ¿Por qué [es] así?
R. – [por] la Forma de la sepultura de nuestro Gran Maestro Hirams [sic
 
(40) P. – ¿Cuál es el Centro de vuestra Logia?
(2ª Parte, 2) P. – ¿Por qué os hicísteis un Compañero del Oficio?
R. – la Letra G
R. – Por amor de la ["for the sake of"] Letra G. 
 
(41) P. – ¿Qué Significa?
(2ª Parte, 3) P. – ¿Qué representa esa G?
R. – Geometría
R. – Geometría, o la quinta Ciencia. 
 
(38) P. – ¿Tenéis algún Equipamiento en vuestra Logia? 
R. – Sí. 
(39) P. – ¿Cuál es? 
R. – [El] Pavimento Mosaico, [la] Estrella Flamígera y [el] Festón Dentelado. 
(40) ¿Qué son? 
R. – [El] Pavimento Mosaico el Suelo de lsa Logia, [la] Estrella Flamígera el Centro, y [el] Festón Dentelado ["Indented Tarsel"] la Orla que la rodea. 
(43) P. – ¿Tenéis Joyas en la Logia? 
R. – Sí. 
(44) P. – ¿Cuántas? 
R. – Seis. Tres Movibles y tres Inamovibles. 
 
(42) P. – ¿Tenéis Joyas Inamovibles en Vuestra Logia?
(47) P. – ¿Cuáles son las Joyas Inamovibles?
R. – Tenemos 
 
(43) P. – ¿Cuántas?
R. – tres 
 
(44) P. – ¿Cuáles son?
R. – El Pavimento Mosaico, el Sillar dentellado ["dented Asler"] y la Piedra desbastada ["broach Urnell"]
R. – [La] Pizarra de Trazar ["Tra-sel Board"], [el] Sillar Rústico ["Rough Ashler"], y [la] Piedra Desbastada ["Broach'd Thurnel"]. 
 
(45) P. – ¿Cuál es su Uso principal?
(48) P. – ¿Cuáles son sus Usos?
R. – el Pavimento Mosaico para que el Maestro dibuje su plano sobre él; el Sillar dentellado para que el Compañero del Oficio pruebe sus Utiles11 en12 él; Y la Piedra desbastada para que el Aprendiz Aceptado Trabaje sobre ella. 
 
(46) P. – ¿Tenéis Joyas Movibles en vuestra Logia? 
R. – Tenemos 
 
(47) P. – ¿Cuántas? 
R. – tres 
 
(48) P. – ¿Cuáles son?
(45) P. – ¿Cuáles son las Joyas Movibles?
R. – Escuadra, Nivel y Plomada
R. – Escuadra, Nivel y Plomada. 
 
(49) P. – ¿Cuáles son sus Usos?
(46) P. – ¿Cuáles son sus Usos?
R. – la Escuadra para13 ver que las Piedras de Angulo estén puestas a escuadra; el Nivel que estén puestas a Nivel, y la Plomada para Elevar Perpendiculares
R. – [la] Escuadra para poner Hileras Verdaderas y Rectas, [el] Nivel para comprobar todas las Horizontales, y la Plomada para comprobar todas las Verticales. 
 
(50) P. – ¿Cuál es el equipamiento de vuestra Logia?
(41) P. – ¿Cuál es el otro Equipamiento de vuestra Logia?
R. – la Biblia, [el] Compás y la Escuadra
R. – Biblia, Compás y Escuadra. 
 
(42) P. – ¿A quién pertenecen propiamente?
R. – [La] Biblia a Dios, [el] Compás al Maestro y [la] Escuadra al Compañero del Oficio. 
 
(51) P. – ¿Cómo está Sostenida vuestra Logia?
(34) P. – ¿Qué sostiene [a] una Logia?
R. – por tres grandes Pilares
R. – Tres grandes Pilares. 
 
(52) P. – ¿Qué Significan?
(35) P. – ¿Cómo se denominan?
R. – Sabiduría, Fuerza y Belleza 
 
(36) P. – ¿Por qué así?
R. – Sabiduría para Inventar; Fuerza para Sostener y Belleza para Adornar
R. – Sabiduría para Inventar; Fuerza para Sostener y Belleza para Adornar 
 
(37) P. – ¿Qué Cubierta tenéis para la Logia? 
R. – Un Dosel de nubes de diversos Colores (o las Nubes). 
 
(53) P. – ¿Cuál es el Nombre de un Masón? 
R. – Giblin 
(54) P. – ¿Cuál es el Nombre del Hijo de un Masón? 
R. – Lewis 
(55) P. – ¿Dónde está su Lugar? 
R. – Bajo los Aleros de la Logia 
(56) P. – ¿Cuál es su Privilegio? 
R. – Ser Hecho un Masón antes que todos los demás 
 
(57) P. – ¿Cuántos constituyen una Logia?
(14) P. – ¿Qué constituye a una Logia?
R. – cinco Masones libres y Aceptados reunidos en [el] mismo lugar y en [la] forma debida 
 
R. – Cinco. 
 
(15) P. – ¿En qué consisten? 
R. – Un Maestro, dos Vigilantes, un Compañero del Oficio, un Aprendiz Aceptado. 
 
(58) P. – ¿Cuántos constituyen una Logia verdadera y perfecta?
(12) P. – ¿Qué constituye a una Logia Justa y Perfecta?
R. – Siete
R. – Siete o más. 
 
(59) P. – ¿En qué Consisten?
(13) P. – ¿En qué consisten?
R. – Un Maestro, dos Vigilantes, dos compañeros del Oficio y dos Aprendices Aceptados
R. – Un Maestro, dos Vigilantes, dos Compañeros del Oficio y dos Aprendices Aceptados. 
 
(60) P. – ¿Habéis visto hoy al Maestro?
(81) P. – ¿Habéis visto hoy a vuestro Maestro?
R. – Lo he visto
R. – Sí. 
 
(61) P. – ¿Cómo iba Vestido?
(82) P. – ¿Cómo iba Vestido?
R. – Con una Chaqueta Amarilla y un par de calzas azules
R. – Con una Chaqueta Amarilla y un Par de Calzas Azules. 
N. B.: La Chaqueta Amarilla es el Compás, y las Calzas Azules las Puntas de Acero.
(83) P. – ¿Durante cuánto tiempo servís a vuestro Maestro? 
R. – Desde el Lunes por la Mañana hasta el Sábado por la Noche. 
(84) P. – ¿Cómo le servís? 
R. – Con [la] Tiza, [el] Carbón y [el] Plato de Barro. 
(85) P. – ¿Qué significan? 
R. – Libertad, Fervor y Celo. 
 
(62) P. – ¿Dónde guardáis vuestros Secretos como Masón?
(67) P. – ¿Dónde guardáis esos Secretos?
R. – Bajo mi Pecho Izquierdo. 
 
(68) P. – ¿Tenéis alguna Llave para esos Secretos?
R. – Sí. 
 
(69) P. – ¿Dónde la guardáis?
R. – en una caja de hueso que Ni Abre ni Cierra mas que con claves de Marfil, [a] nueve Pulgadas o un Palmo de mi Boca
R. – En una Caja de Hueso Hueso que no abre ni cierra más que con Claves de Marfil. 
 
(70) P. – ¿Cuelga o yace? 
R. – Cuelga. 
 
(71) P. – ¿De qué cuelga? 
R. – De una Línea–de–Arrastre [o un "Cordel de Estopa": "Tow–Line"] de 9 Pulgadas o un Palmo. 
 
(63) P. – ¿Tenéis Principios?
(73) P. – ¿Cuántos Principios hay en Masonería?
R. – Los tengo
R. – Cuatro. 
 
(64) P. – ¿Cuáles?
(74) P. – ¿Cuáles son?
R. – [El] Punto, [la] Línea, [la] Superficie y [el] Sólido
R. – [el] Punto, [la] Línea, [la] Superficie y [el] Sólido. 
 
[Las] Definiciones [están] en Euclides
(75) P. – Explicadlos. 
 
Un Punto es lo que14 no tiene Parte [s] 
Una línea es una longitud sin anchura 
Una superficie es lo que tiene solamente longitud y anchura 
Un Sólido15 es lo que tiene longitud, anchura y Profundidad 
 
R. – [El] Punto, el Centro (alrededor del cual el Maestro no puede errar); [la] Línea, Longitud sin Anchura; [la] Superficie, Longitud y Anchura; [el] Sólido comprende la totalidad. 
 
(76) P. – ¿Cuántos Signos–Principios? 
R. – Cuatro. 
 
(77) P. – ¿Cuáles son? 
R. – Gutural, Pectoral, Manual, Pedestal. 
 
(78) P. – Explicadlos. 
R. – [el] Gutural la Garganta, [el] Pectoral el Pecho, [el] Manual la Mano; [el] Pedestal los Pies. 
 
(65) P. – ¿Qué es un Masón? 
R. – Un Hombre nacido nacido de una Mujer ["Wom"], Hermano para un Rey, Igual para un príncipe, y compañero para un Lord 
 
(66) P. – ¿Qué aprendísteis siendo Masón?
(79) P. – ¿Qué aprendéis siendo un Gentilhombre Masón?
R. – Como Masón Operativo a tallar Piedra y Levantar Perpendiculares – Como Gent[ilhombre] Masón, Secreto, Filosofía y buen compañerismo
R. – Secreto, Filosofía y Buen compañerismo 
(80) P. – ¿Qué aprendéis siendo un Masón Operativo? 
R. – Color, Escuadra, Moldear–Piedra, poner un Nivel y elevar una Perpendicular. 
 
(67) P. – ¿Cómo Llegasteis a ser Hecho un Masón?
R. – Por mi propio Deseo y la Recomendación de un amigo 
 
(68) P. – ¿De Dónde Venís?
(1) P. – ¿De dónde venís?
R. – de la Sagrada Logia de S. Juan
R. – De la Sagrada Logia de S. Juan. 
 
(69) P. – ¿Dónde fuisteis hecho un Masón?
(11) P. – ¿Dónde fuísteis hecho un Masón?
R. – en una logia verdadera y perfecta
R. – En una Logia Justa y Perfecta. 
 
(70) P. – ¿Cómo sopla el Viento?
(93) P. – ¿Cómo sopla el Viento?
R. – Debidamente Este y Oeste
R. – Debidamente Este y Oeste. 
 
(71) P. – ¿Qué Hora es? ["Whats a Clock"]
(94) P. – ¿Qué Hora es? ["What's a Clock?"]
R. – las Doce en Punto ["High Twelve"]
R. – las Doce en Punto ["High Twelve"
 
(91) P. – ¿Para qué es el Día?
R. – Para Ver en él. 
 
(72) P. – ¿Para qué es la Noche?
(92) P. – ¿Para qué es la Noche?
R. – Para oir y el día para ver
R. – Para Oir. 
 
(73) P. – ¿De qué Metal está Hecha? 
(72) P. – ¿De qué Metal es?
R. – Ni de Plata ni de Oro, ni de Peltre ni latón, ni de Hierro ni Acero —Sino [de] la lengua de buen Hablar, que Dice lo Mismo detrás de un Hermano que ante su rostro —
R. – De ninguna clase de Metal en absoluto; sin embargo una Lengua de buen Hablar es tan buena tras la Espalda de un Hermano como ante su Rostro. 
 
N.B. La Llave es la Lengua, la Caja de Hueso Hueso los Dientes, la Línea–de–Arrastre el Paladar. 
 
(74) P. – Si un Masón está perdido ¿dónde ha de encontrársele?
R. – Entre la Escuadra y el Compás 
(75) P. – ¿Por qué [es] así? 
R. – porque un Masón Debe estar siempre sobre la Escuadra y vivir dentro del Compás 
(76) – Cuando estáis en Compañía de alguna Persona o personas [y] no sabeis [si] son Masones, las Expresiones Comunes son —Llueve, o gotea, o la Casa está Descubierta ["Until'd"] —retejad la Casa, etc 
(77) – Cuando un Masón os Da alguna cosa y Pregunta ¿a qué huele? la Respuesta es, [a] un Masón 
(78) – ¿Cuál es la Edad de un Masón? 
Tres veces Siete 
 
(79) – Cuando se os Pregunta qué Edad teneis: Cuando [se es] un Aprendiz menos de Siete; –compañero del Oficio menos de 14; cuando [se es] un Maestro, tres veces Siete. 
 

 
NOTAS SOBRE LAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS PARA LAS QUE NO HAY CORRESPONDENCIA EN PRICHARD

P. 5. La comparación con Prichard sugiere que esta pregunta es en realidad la respuesta a una pregunta omitida: "Dadme los puntos de vuestra admisión". Existe una pareja de pregunta y respuesta similar en el Ms. Edinburgh Register House (1696):  
P. 3 ¿Cuál es el primer punto? R. Dadme el primer punto, yo os daré el segundo. El primero es guardar ["Heill"] y ocultar...16
La misma cautela por parte del que responde se observa en A Mason's Confession (c.1727):   


P. ¿Sois un Masón? R. Sí. P. ¿Cómo lo sabré? R. Por los signos, toques, y puntos, de mi entrada. Maestro. Mostradme uno de ellos. Aprendiz. Mostradme vos el primero, y yo os mostraré el segundo. ––Entonces el maestro le da el signo.... P. Guardar y ocultar.17  

Por otra parte, en el Ms. Sloane 3329 (c. 1700), la pregunta que le corresponde es la siguiente: 

(P) ¿cuál es el primer signo o toque? mostradme el primero y yo os mostraré el segundo (R) el primero es guardar y Ocultar u Ocultar y guardar secreto....18
Así, en nuestra P. 5 debe de ser el Examinador quien habla y no el que responde, sin embargo esto entraña dos problemas: (I) parece que sea el Examinador el que se indica con el "M Ex" al principio de la P. 6 y quien consecuentemente dice "Yo guardo"; (II) el que responde debería decir "Yo oculto", si la siguiente pregunta "P. 7 ¿Qué es lo que ocultáis?" ha de tener algún sentido.  


De todas formas, puede ser que la P. 5, "Dadme el primero, yo os daré el Segundo", tenga relación, no con una pregunta omitida sobre puntos de admisión, sino con "ciertos agarres" mencionados en la respuesta a la P. 4. En ese caso, el "M Ex" y la tenue línea punteada de la P. 6 puede significar que el Examinador recibe un apretón del que Responde. Entonces el Examinador exclama "Yo guardo" (lo que sería "el segundo" al que se refiere en la pregunta) y el que responde contesta "Yo oculto". 

P. 6. Los dos primeros caracteres, seguidos de una tenue línea punteada, son algo confusos tanto en su transcripción escrita como en su significado. El primero parece ser una M, a juzgar por la M de la palabra "Masón" de la P. 67. El segundo parece ser Ex, a juzgar por la partícula Ex en la palabra "Examen" de la novena línea del juramento. Por otro lado, como el que lo escribió utiliza frecuentemente su x como &, quizá habría de leerse el carácter como E&. Así pues, tan sólo podemos especular sobre el significado de M Ex . . . Nuestra sugerencia es "Masons Exchange. . .(? grips). . ." [Los Masones Intercambian. . .¿agarres?] . . . después de lo cual el Examinador dice "Yo guardo", y el que responde contesta "Yo Oculto". A menos que el carácter M Ex . . . sea interpretado de una manera semejante, el "yo guardo" y el "yo oculto" serían articulados por las personas incorrectas, tal como se expone en la nota sobre la P. 5. 
P. 14. The Mystery of Free–Masonry (1730) [El Misterio de la Francmasonería] contiene una pregunta y una respuesta que ejercen básicamente la misma función:  
P. ¿Cómo fuisteis admitido? R. Cuando llegué a la primera Puerta, un Hombre con una Espada desenvainada me preguntó ¿Lleváis Armas? Yo respondí, No.19
Un  Diálogo entre Simón y Felipe, el cual, tal como mencionamos en nuestra Respuesta a los Comentarios en el artículo A.Q.C. LVII, fecharíamos c. 1725, contiene una nota con el mismo propósito:  
(h) . . . Ante la puerta por la que sois admitidos se halla un Aprendiz Aceptado con una espada desenvainada, para guardarla contra los infiltrados, como ellos los llaman, y que éstos no Espíen.20
P. 20. La respuesta a esta pregunta se corresponde muy claramente con la respuesta dada a la P. 17 en La Masonería Disecada de Prichard, "¿Cómo os condujo (un Aprendiz aceptado a la Logia)?" 
P. 39. Según nuestro conocimiento, la afirmación de que la forma de la Logia es un rectángulo según "La Forma de la sepultura de nuestro Gran Maestro Hirams", no se encuentra en ningún otro manual. 
PP. 40, 41. Hay preguntas y respuestas similares en cierto modo en Un Diálogo entre Simón y Felipe
F. – ¿Por qué fuisteis hecho un Masón?  


S. – Por amor de la Letra G.  

F. – ¿Qué significa ésta?  

S. – GEOMETRIA.  

F. – ¿Por qué GEOMETRIA?  
S. – Porque ella es la Raíz y el fundamento de todas las Artes y Ciencias.21

A modo de referencia adicional a la letra G de Prichard, reproducimos dos preguntas y respuestas de su Grado de Compañero del Oficio, las cuales se relacionan más estrechamente con las de Un Diálogo entre Simón y Felipe que con las de nuestro manuscrito. 
PP. 44, 45. Al presentar "The Mosaick Pavement" ["El Pavi-mento Mosaico"] como la primera de las Joyas Inamovibles, nuestro manuscrito difiere del Prichard, el cual incluye lo in-cluye entre el Equipamiento de la Logia (40) y coloca al "Trasel Board" ["Pizarra de Trazar"] entre las Joyas Inamovibles (47). Tanto el Wilkinson (45) como el Prichard (48) definen al "Mo-saick Pavement" y al "Trasel Board", respectivamente, como algo "para que el Maestro dibuje su(s) Plano(s) en él", lo que prima facie parece un uso más adecuado para una "Pizarra de Trazar" ["Trasel (Tracing) Board"] que para un "Pavimento Mosaico".22  


En los manuscritos Edinburgh Register House y Chetwode Crawley encontramos el "Square pavement" ["Pavimento cuadri-culado"] entre las Joyas de la Logia; en el primero junto con "Perpend Esler" y "broad ovall",23 y en el segundo junto con "Perpendester" y "an Broked–mall".24 El Ms. Sloane 3329 da "Square pavement", "blazing Star" y "Danty tassley" como Joyas,25 lo que se corresponde claramente con el Equipamiento de la Logia de Prichard (40). Ninguno de estos tres catecismos define el uso del "pavimento cuadriculado", sin embargo el A Mason's Confession [Confesión de un Masón] (1727), que da como las tres Joyas de la Logia "square pavement", "dinted ashler", y "broached dornal",26 afirma que el pavimento cuadriculado es "para que el maestro masón dibuje en él sus planos de base ["ground–draughts"], con lo que sienta un precedente respecto a su uso en el mismo sentido que se le da en nuestra R. 45. 

P. 53. En una nota al pie en la pág. 16 de sus Constituciones de 1723, Anderson escribe sobre "Hombres del Tallado ["Hewing": con hacha] llamados también ... Ghiblim, Canteros y Escultores", dando I Reyes 5.18 (Versión Autorizada) como referencia. La palabra hebrea "Giblim" que, en esta frase, se supone representada por los "canteros", no parece tener asociación etimológica alguna ni con la piedra ni con sus talladores. Tampoco se encuentra ninguna traducción similar del término en la Septuaginta o en la Vulgata; ni tampoco en la Biblia de Ginebra (1560) o en la versión inglesa de 1582 de la Douai (Católico–Romana). Aparentemente, en la primera versión en la que ocurre esta hibridación es en la Biblia de los Obispos (1568). En la Versión Revisada (1884), esta palabra hebrea se da como nombre propio: "Gebalitas". Gebal es una palabra fenicia que significa "límite" o "término", y que los fenicios aplicaban a la parte norte del territorio conquistado por sus antepasados a los hititas. Incidentalmente, existe una palabra hebrea, "Gebul", que significa "límite" o "borde" (habitualmente de piedra). Este nombre fenicio, Gebal, y Gebalitas (o Giblim)– se encuentra en (V. A.) Jos. 13.5, I Reyes 5.18, Ezeq. 27.9., y Ps. 83.7. La referencia en Josué es en relación a "la tierra de los Giblitas"; en el libro de Reyes hay una anotación al margen referente a "canteros" que reza "o Giblitas"; en Ezequiel hay una referencia a "los antiguos de Gebal"; en los Salmos se menciona "Gebal" entre los enemigos de Dios.27  


De la referencia citada en Josué podemos deducir que Gebal indicaba originariamente una región; la referencia de Ezequiel parece ser en relación a la bien conocida ciudad del mismo nombre situada en algún lugar entre Sidón y Tiro. Los comentaristas judíos dan por hecho que la ciudad de Gebal contenía una corporación de canteros. Sus alrededores eran rocosos y brindaban por ello a sus gentes la oportunidad de convertirse en expertos en el arte de tallar y labrar la piedra. Dichos comentaristas piensan que I Reyes 5.18 indica que así como los constructores de Salomón e Hiram de Tiro llevaron a cabo el trabajo en madera relacionado con el Templo, los Giblitas realizaron el trabajo en piedra; de aquí la traducción explicativa de "Giblim" como "canteros". En una palabra, creen que "canteros" es una interpretación legítima de la palabra Giblitas, basándose en lo que se acepta como hecho histórico y no en lo que sería una traducción literal. Aparentemente, Anderson fue un seguidor de la Versión Autorizada, y de la interpretación aceptada, y él mismo no pudo haber inventado la propia interpretación ni la traducción.28 En el Ms. Wilkinson la palabra Giblim se encuentra escrita como Giblin, al igual que en The Grand Mystery of Free–Masons Discover'd (1724), donde se dice que es la Palabra de Jerusalén, aunque no se habla de su significado. En Anderson (1723), está escrito como Ghiblim, por lo tanto éste no puede ser responsable de la incorrección de la forma Giblin. La –n final de esta última forma fue una anglicanización, similar a cherubin, cherubins, en lugar de cherubim, y seraphin, seraphins, en lugar de seraphim. La existencia en 1724 de la forma anglicanizada Giblin indica que por entonces el término ya era conocido por los masones ingleses y que su forma dió paso al habitual proceso de anglicanizar los plurales de las palabras hebreas terminadas en –im

PP. 54, 55, 56. El significado original de lewis es la designación de un aparato de hierro que servía para elevar pesados bloques de piedra. Existen por lo menos tres artilugios diferentes que servían a dicho propósito, y solamente uno se denomina lewis en inglés moderno, aunque como mínimo dos de ellos se denominan louves en francés: 
   (I) Lo que los canteros ingleses llaman "lifting dogs": dos ganchos de hierro que se insertaban en pequeñas cavidades excavadas en dos lados de un bloque de piedra (p. ej. en los dos extremos del antepecho de una ventana); los ganchos estaban fijados a unas cadenas que pasaban a través de una argolla y luego se sujetaban a una grúa o a algún otro tipo de aparato elevador. Sin duda se llamaban dogs [perros] a estos artilugios porque un perro, al igual que un lobo, cuando aprisiona algo entre sus dientes, difícilmente lo suelta. Lewis y Short, en su Latin-English Dictionnary, da como segunda acepción de la palabra lupus –la primera es lobo– "un gancho para izar y suspender cosas". 
   (II) Lo que los canteros ingleses llaman "lifting tongs" [tenazas de levantar]. Consisten en dos piezas de hierro que pivotan una sobre otra como un par de tijeras, y con el extremo inferior de cada pieza en forma de gancho. Parece ser que fueron usadas también por los antiguos: Vitruvio (1er. siglo a. C.)29 las llamó forcipes. Cotgrave, en su Dictionnary (1611) da como único significado para louve de fer "el gancho (de tipo pinza) de una grúa". Para utilizar este tipo de aparato, debían practicarse unos pequeños hoyos en los lados del bloque de piedra para poder acomodar las tenazas
   (III) Lo que los canteros ingleses llaman un lewis. El tipo más común de ellos consiste en tres piezas, dos piezas laterales en forma de cuña y una pieza central recta que sirve como guarnición para sostener las cuñas en posición dentro de la cavidad especialmente preparada y practicada para ese fin. Las tres piezas, después de su inserción en el agujero, son atornilladas entre sí y con un anillo de metal. El lewis obtiene su agarre al ser encajado dentro del bloque de piedra. Reproducimos un lewis de este tipo obtenido del frontispicio de las Constituciones de Anderson de 1756. 
No parece que este tipo de aparato fuese conocido en Inglaterra o en el Continente a comienzo de los tiempos modernos, aunque el descubrimiento, tanto en un lugar como en el otro, de los "agujeros–lewis" de la antigua masonería parece indicar que los antiguos ya conocían dicho aparato, suponiendo, desde luego, que los "agujeros–lewis" a los que se refieren los arqueólogos sean del tipo concreto en los que las tres piezas del lewis pueden ser encajadas,30 y no simples agujeros tallados en las piedras como punto de agarre para dogs o tongs. No hemos hallado ninguna ilustración correspondiente a la versión del lewis en la Europa de la Edad Media más tardía o de comienzos de los tiempos modernos. En "The Mediaeval Builder and his Methods" [El Constructor Medieval y sus Métodos] de F. B. Andrews (Trans. Birm. Arch. Soc., 1922), se ilustran tres tipos de mecanismos utilizados para alzar piedras, a partir de manuscritos medievales. En un caso las piedras se cargan en una cesta; en otro la piedra se sostiene con dos cabestrillos de cuerda; y en otros dos casos las piedras son sostenidas con pinzas o tongs. No hay ninguna ilustración que muestre el uso de un lewis. Tampoco se encuentra la palabra, en ninguna de sus diferentes formas, en T. N.: 'Philomath', Builders' Dictionary (1703) [Diccionario de los Constructores]. Los ejemplos más antiguos en el O.E.D. [Oxford English Dictionary] son: en 1740 luis hole [agujero luis], y en 1743 lewis. The Century Dictionary [El Diccionario del Siglo] da un ejemplo de agujero–lewis extraído del Tour through Great Britain [Recorrido a través de la Gran Bretaña] de Defoe, sin embargo en este momento no podemos precisar si la palabra aparece en la primera edición (1724-6) o en una edición posterior revisada por otros autores. 
Ya hemos mencionado anteriormente la aparición de un lewis en el frontispicio de las Constituciones de Anderson de 1756. También se lo encuentra en las de 1784, encajado en este caso en un bloque de piedra que es elevado con la ayuda de una cuerda, una polea y tres correderas, siendo el entero armatoste un pequeño modelo que se halla encima de una mesa. 
Sabemos con certeza que ya por el año 1676 en Francia, la palabra louve se usaba en el mismo sentido que lewis, porque el Principes d'Architecture [Principios de Arquitectura] de Félibien, de ese mismo año, p. 640, se refiere a los louveteaux de la siguiente manera: "ce sont les coins de fer que l'on met à côté des louves et qui servent a les retenir". Sabemos, pues, que en una fecha tan temprana como 1676, las piezas laterales y central de un lewis se distinguían, en francés, con las palabras louve (hembra del lobo) y louveteaux (lobeznos machos), distinción que todavía existe en este idioma. No hemos podido descubrir ninguna diferenciación de este tipo ni en el inglés literario ni en el coloquial, aunque creemos posible que originariamente –tal como en la analogía francesa de madre e hijo–, lewisson, una variante actual de lewis, puede haberse referido a las piezas laterales, y lewis tanto a la pieza central como al conjunto del aparato. 
Consta en más de un lugar, –p. ej. en "Observations on …the Lewis" [Observaciones sobre …el Lewis] de F. Gibson, Arch. x (1790), p. 126 y en el Encyclopaedic Dictionary de Lloyd– que el lewis, en su variante de tres piezas, fue inventado o modernizado por un francés durante el reinado de Luis XIV (1643–1715), y que fue nombrado así como cumplido para con el monarca. Este es evidentemente un relato ficticio, puesto que el nombre francés del aparato no es louis, sino louve, y además este último se le aplicaba desde 1611, tal como ya hemos mencionado anteriormente. 
El origen de la palabra lewis, lewiss, lewisson, louis, luis es, según Wyld (Universal English Dictionary) desconocido, y según el O.E.D. confuso. 
   (I) La forma dialectal levis (1876 Whitby Glossary) ha sugerido una derivación del francés lever (alzar), como en pont–levis. Sin embargo, según el O.E.D. su formación y fonología no quedan fácilmente explicadas con esta hipótesis. Además, hay otra objeción en contra de esta sugerencia relativa a su derivación: el objetivo de los aparatos metálicos conocidos como dogs, tongs y lewis es agarrar o sostener una piedra para que pueda así ser levantada por medio de una cabria, o grúa, u otro aparato, mientras que lever se relaciona únicamente con el acto de levantar. 
   (II) Creemos muy probable que la forma inglesa lewis (en el sentido que aquí nos ocupa, no como nombre propio), se derivó del francés louve(s), y éste a su vez de la forma latina lupus, en su sentido secundario de "gancho". Hudson Turner, en Domestic Architecture, I. XXXII, da la forma medieval inglesa lowes, y F. B. Andrews, en su "The Mediaeval Builder and his Methods", Birm. Arch. Soc. Trans., XLVIII 67, la forma lowys. Desgraciadamente, ninguno de estos editores proporciona una referencia exacta de sus fuentes. Estas dos formas, que son dos maneras generalizadas de escribir la misma palabra, parecen formas del Medioevo tardío inglés (aprox. 1300-1500): ambas se pronunciarían lu–is, lo cual es la correcta pronunciación del moderno vocablo lewis (en nuestro sentido). El cambio en la forma de escribirlo de –ow a –ew no necesariamente ha de levantar sospechas: existe un paralelismo lo suficientemente esclarecedor en el viejo vocablo francés brouet, brouetz, convertido en browes, brouwys en inglés medieval, y en brewis (pronunciado broo–is) en inglés moderno. De forma similar, Lowis, Lowys, era una forma común anglo–normanda (aprox. 1100) del nombre que hoy es Louis en francés y Lewis en inglés. En el siglo catorce, en el manuscrito de su Treatise of the Astrolabe, 1391, Chaucer escribe el nombre de su hijo, a quien dedica su trabajo: Lowys (actualmente Lewis). 
Las formas del inglés medieval lowes, lowys, podrían fácilmente ser formas escritas anglicanizadas provenientes de la palabra francesa louves, siendo muy frecuente en los manuscritos medievales el uso de la w en lugar de uu, vv, uv y vu, y también en lugar de u y v. De hecho, estas variaciones en la escritura son tan comunes que no dan lugar a la duda. El cambio en la pronunciación seguría al cambio en la escritura cuando la palabra y su pronunciación fueron anglicanizadas. 
Lo que no sabemos con certeza es si el louve(s) francés y el lowes, lowys del inglés medieval fueron usados para describir el artilugio que hoy llamamos lewis. El término medieval, en el momento en que se inventó, podría haber sido usado para designar el modelo–tipo de los aparatos elevadores de piedras, o cualquier otro aparato mecánico, distinto a los cabestrillos o cestas, y luego transferido al lewis tal como lo conocemos hoy en día. Puesto que parece no haber alusiones a este tipo de lewis con anterioridad al año 1676, es probable que este tipo particular de aparato no se inventase hasta mediados del siglo diecisiete, lo cual sería una explicación de la falsa atribución de su nombre al rey Luis XIV. Parece ser que los romanos usaron algún tipo de aparato para elevar piedras que se introducía en un agujero practicado en el centro de la superficie superior de la piedra, sin embargo no hemos podido descubrir qué era exactamente este aparato y dejamos este tema abierto a futuras investigaciones.  
Lo que nos concierne aquí, en el Ms. Wilkinson, es el segundo significado de lewis: "el hijo de un masón". No sabemos cómo pudo llegar a adquirir este significado, a no ser por causa de su derivación del francés. En este idioma, la palabra louve (hembra del lobo) se aplica no sólo al conjunto operativo del aparato, sino más particularmente a su pieza central. Las piezas laterales en forma de cuña son denominadas louveteaux (cachorros machos de lobo). En el Compagnonnage, la organización medieval francesa de los artesanos de la construcción, a los miembros que eran masones de oficio se les llamaba loups (lobos), lo que indudablemente nos lleva a que "el hijo de un masón" fuese llamado louveteau o cachorro macho de lobo, práctica todavía actual en Francia. Como ambos vocablos franceses, louve y louveteau, fueron llamados colectivamente en inglés lewis, y puesto que no hay ninguna palabra inglesa para esa parte que en francés se llama louveteau (aunque posiblemente, como hemos sugerido provisionalmente más arriba, lewison se usó en este sentido en alguna época), en inglés, "el hijo de un masón" era descrito, y lo es todavía, como un lewis.31 
La única explicación alternativa de la que tenemos conocimiento, a saber, lo que podría llamarse la teoría de Frederick Lewis [Federico Luis], tampoco es aceptable. Esta surge de la aparición de la palabra lewis, al parecer en su segundo sentido, en "The Deputy Grand Master's Song" [La Canción del Ayudante del Gran Maestre], tal como se reprodujo en las Constituciones de Anderson de 1738:  
Estrofa adicional a cargo del Hermano Gofton, en el Momento en que el PRINCIPE fue hecho un Masón (5 Nov. 1737)32 y mientras la PRINCESA estaba embarazada.
7
Nuevamente abrid paso ante el REAL y amado NOMBRE,  


Cuya gloriosa Admisión ha coronado toda nuestra Fama:  

Puede nacer un LEWIS, a quien el Mundo admirará,  

Sereno como su Madre, Augusto como su Progenitor.

Coro
Ha nacido un LEWIS, a quien el Mundo admirará,  


Sereno como su MADRE, Augusto como su PROGENITOR.  

Por nuestro Hermano FREDERICK, su Alteza Real el Príncipe de Gales.  

Por nuestro Hermano FRANCIS, su Alteza Real el Gran Duque de Tuscany.  

Por el Lewis
Presumiblemente, Anderson añadió o corrigió los Coros y los Brindis después del nacimiento del "Lewis" (quien accedió al Trono como George III en 1760) el 4 de Junio de 1738. En Miscelanea Latomorum [sección de A.Q.C.] VI, 50, se sugiere que Gofton, el autor del verso, introdujo en él el nombre "Lewis" anticipando que la criatura iba a ser un varón y que se llamaría Lewis porque ese era el segundo nombre de Frederick, Príncipe de Gales; y que fue así como la palabra "Lewis" adquirió su segundo significado: "el hijo de un masón". Consideramos esta explicación como una fantasía, y no la aceptamos de mejor grado que la previamente mencionada leyenda de que al aparato operativo lewis se le diera dicho nombre a causa de Luis XIV. En lo que a su segundo significado se refiere, el verso de Gofton no arroja ninguna luz sobre el "lugar" o el "privilegio" de un lewis, asunto al que aluden las PP. 55, 56 del Ms. Wilkinson. Nos inclinamos a creer que la palabra lewis poseía ya su segundo significado, "el hijo de un masón", en la época en que se hicieron las adiciones a la "Deputy Grand Master Song",33 c. 1738, y que las referencias existentes en el Ms. Wilkinson, ya fueran escritas antes o después de 1738, reflejaban un uso masónico ya establecido. 
P. 65. Aunque no hay correspondencia para esta pregunta en Prichard, la hay en el Ms. Dumfries Nº 4 (c. 1710.): 
P. ¿No sois nada más…? R. sí, pero un hombre engendrado por un hombre y nacido de una mujer, que además tiene por hermanos a varios reyes soberanos y a poderosos príncipes34  


y en The Grand Mystery of Free–Masons Discover'd (1724): 

P. ¿Qué es un Masón?  


R. Un Hombre engendrado por un Hombre, nacido de una Mujer, Hermano de un Rey.  

P. ¿Qué es un Compañero?  

R. Un Amigo de un Príncipe.35

P. 67. Existe una especie de pregunta–respuesta similar en Un Diálogo entre Simón y Felipe
F. ¿Cuál fue la primera pregunta que os hizo el Maestro cuando vuestra admisión?  


S. Si había sido por mi propia y libre voluntad que había ido hasta allí para ser hecho Masón. Yo respondí SÍ.36

P. 73. Esta pregunta, que como ya hemos dicho anteriormente está vinculada con la P. 62, se refiere a la llave de los secretos de un masón, lo que está ampliado en las PP. 68 a 71 de Prichard y, sin embargo, se omite en el Ms. Wilkinson
PP. 74, 75. No se les conoce ningún paralelismo. Sin embargo ver la [5ª pregunta de la pág. 302: texto del Grado de Maestro de La Masonería Disecada]. 
P. 76. Hay referencias a los drops ("el aprendiz no aceptado, o cualquier otra persona no perteneciente a su sociedad")37 en A Mason's Confession (1727), y a los droppers (¿forma abreviada de eavesdroppers?), y a la Casa que está "con tejas" [cubierta] o "sin tejas"38 [descubierta], en Un Diálogo entre Simón y Felipe. 
PP. 78, 79. La P. 80 de Prichard, y The Mystery of Free–Masonry (1730), poseen respuestas del tipo "menos de siete", a la que The Mystery añade una nota aclaratoria: 
N.B. Cuando sois hecho Masón al comienzo, sólo sois Aprendiz aceptado; y hasta que seáis hecho un Maestro o, como ellos lo llaman, hasta que no hayáis aprobado la Parte de Maestro, sois sólo Aprendiz aceptado, y consecuentemente debéis responder menos de 7; puesto que si decís siete y más, esperarán la Palabra y los Signos del Maestro.39 
No conocemos ningún paralelo a las respuestas del Compañero del Oficio: "menos de catorce", y del Maestro: "tres veces siete". De aquí se deriva la conclusión de que se reconocían tres grados diferentes en las fechas a las que se refiere el trabajo descrito en el Ms. Wilkinson, lo cual no es incompatible con la fecha aproximada de 1727 sugerida anteriormente. El asunto del desarrollo del sistema de tres grados es una cuestión muy amplia que ya hemos discutido en otros lugares,40 y no nos proponemos tratarla aquí. 
CONCLUSION
El Ms. Wilkinson es el primer Catecismo manuscrito que ha llegado a nuestras manos desde que publicamos nuestro Early Masonic Catechisms en 1943. Se suma al pequeño número de primeros catecismos conocidos, aporta conocimientos relativos a los trabajos masónicos de principios del siglo dieciocho y, especialmente, arroja luz sobre la evolución del Grado de Aprendiz Aceptado tal como se describe en La Masonería Disecada. Por otro lado, hay muchas cosas en Prichard que el Ms. Wilkinson no ayuda a explicar, así que tan solo nos queda desear la continuidad de la búsqueda de nuevas versiones de otros Catecismos manuscritos y un éxito comparable en la medida de lo posible al que, durante aproximadamente los últimos 80 años, ha coronado la búsqueda de nuevas versiones de los Old Charges
NOTA. A modo de advertencia, citamos un pasaje de Early Masonic Catechisms, págs. 29–30: 
teniendo todo en cuenta, parece haber fundamentos suficientes para pensar que los primeros catecismos masónicos escritos o impresos con anterioridad al año 1731, por más fiables que puedan ser en algunos aspectos, no reflejan de forma totalmente precisa el carácter de las ceremonias practicadas por los masones aceptados durante las tres primeras décadas del siglo dieciocho. 
Traducción: Gloria Roca
 
 
NOTAS
8
La palabra "verte" (=pasar página) se encuentra en el extremo inferior derecho de la página 1; no hay ninguna anotación similar en las págs. 3, 5, 7 y 9.
9
La palabra "escritos" está tachada.
Cowan: Esta palabra parece haber significado varias cosas a lo largo del tiempo y en distintos lugares de Inglaterra y Escocia: el albañil que construye muros secos (sin cemento), sean o no de piedra; el albañil que ha hecho el aprendizaje por su cuenta, o de cualquier otro modo que no es el establecido por el gremio (no poseía la palabra de reconocimiento, no había sido recibido en la Orden); también un aprendiz de obra que no fuera recibido finalmente como masón; ya entre los especulativos: todo aquél que no es masón en cuanto que se halla cerca de la logia, es decir un "profano", e incluso un "espía", que en otro sentido podría haber sido también el de los secretos operativos. Ver el propio The Early Masonic Catechisms, así como Bernard E. Jones: Freemasons' Guide and Compendium, y Harry Carr: The Freemason at Work (comentados aquí en sección "Libros" ). [N. Ed.]
Originalmente en ambos documentos: "Jewels". [N. Ed.]
Originalmente"sobre él".
Originalmente, el escriba había escrito "th" como si hubiese tenido la intención de escribir "the" [artículo determinado]. Luego lo borró y escribió "to" [para] encima y de forma un tanto tosca.
En el Ms, "wch" [lo que] está escrito sobre la palabra "línea", que ha sido tachada. En este caso y en los dos siguientes "wch" presenta una línea de contracción encima de las dos primeras letras [debería ser "wich"].
El escriba puso Sold [en lugar de Solid] por error.
E.M.C., 31.
E.M.C., 102.
E.M.C., 47.
E.M.C., 155.
E.M.C., 179.
E.M.C., 117.
El Pavimento Mosaico (tal como es actualmente) está formado por cuadros alternativamente blancos y negros, de ahí la dificultad para dibujar o trazar en él. [N. Ed.]
E.M.C., 32.
E.M.C., 38.
E.M.C., 47–8.
E.M.C., 103.
En Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada, R. Guénon da como traducción del hebreo gebal: "montaña"; Gebal era también el "…nombre de la ciudad fenicia de Biblos; sus habitantes eran llamados giblîm, nombre que quedó como 'palabra de orden' en la masonería" (cap. "Piedra negra y piedra cúbica", p. 268, n. 5. Eudeba, Bs. As. 1988). [N. Ed.]
Incidentalmente, podemos observar que en la Biblia francesa existe traducción similar de "Giblim": les tailleurs de pierres.
Charles Perrault en sus Notas sobre Vitruvio.
El así llamado plug and chain lewis, consistente en dos piezas, requería también de estos agujeros para su uso y puede ser que el lewis utilizado por los antiguos fuese de este tipo.
Aún hoy (el estudio aquí traducido fué publicado hace ahora cincuenta años) se llama en varios países lobeznos o lobatones a los hijos de masón, y se efectúa una ceremonia de adopción por la Logia antes de que tenga la mayoría de edad y pueda ser iniciado. Debería vinculárselo también al lobo con el carácter de "viandantes" o "extranjeros" del Compagnonnage (los talladores de piedra del rito de Salomón se llamaban "lobos") y por lo tanto con el "lobo estepario", en tanto que extraño a "este mundo". También con el hombre–lobo en la simbólica de su doble aspecto humano y animal. Todo lo cual nos parece más importante que lo que aquí se expresa como "primer significado". 
El lobo estaba relacionado en Grecia con Apolo y con la luz; también con Lykaios, una de las formas dadas a Zeus, a quien se inmolaba seres humanos para poner término a las sequías (Diccionario de los Símbolos, J. Chevalier y A. Gheerbrant. Herder, Barcelona 1986). "El rey Cormac de Irlanda, fué, como Rómulo y Remo, amamantado por lobos y siempre iba acompañado por ellos" (Symbolic & Mythological Animals, J. G. Cooper. Aquarian Press, Londres 1942). "En Atenas, el terreno que rodeaba el templo de Apolo como la pelambre de un animal rodea su cuerpo, se llamaba Lukeion, el Liceo, es decir: 'la piel de lobo'. Allí fue donde Aristóteles enseñaba su filosofía" (El Bestiario de Cristo, L. Charbonneau–Lassay. Ed. Olañeta, Palma de Mallorca 1996). Como todo símbolo su interpretación es también dual y en otras simbólicas se presenta como el aspecto humano ligado con lo más instintivo.[N. Ed.]
Constituciones de Anderson (1738), p. 137.
"The Deputy Master's Song" es una variante de "The Master–Mason's Ballad" [Balada del Maestro Masón] editada por primera vez en las Constituciones de Pennell de 1730 y escrita por el Rev. James Sterling. Ver Early Masonic Pamphlets, 232.
E.M.C., 62.
E.M.C., 77.
E.M.C., 177.
E.M.C., 104.
E.M.C., 179.
E.M.C., 155.
Ver The Genesis of Freemasonry [El Origen de la Francmasonería] de Knoop y Jones, cap. XII.