por Hector F. Elmiger
“ Por el
Verbo todo fue creado ...”
El versículo de la Sagrada Escritura del encabezamiento alude directamente al
Poder Creador de la
Vibración Primordial que separó “la Luz de las Tinieblas y la Tierra de las Aguas“.
La Cosmogénesis
describe el proceso de la actividad
constructiva del Todopoderoso (El-Shaddai) en su función de Gran
Arquitecto del Universo. Las fases de la Construcción Universal pueden
describirse someramente de la siguiente forma:
1) El Silencio Supremo: corresponde a la inactividad externa o “sueño
“ del Gran Arquitecto del Universo y al
estado de no-manifestación. En el Trabajo de la Logia corresponde al período de
inactividad entre una Tenida y otra.
2) La Vibración Primordial : corresponde al
“despertar “ del Gran Arquitecto del Universo y a la Manifestación Informal ,
simbólicamente representada por el Eter
y el Aire. En la
Sagrada Escritura se afirma claramente que “en el Principio
era la Palabra
“. En el Trabajo de la Logia corresponde al montaje
y decoración del Templo y a la entrada y ubicación de los Oficiales y miembros
de la misma.
3) La
Palabra Creadora :
corresponde a las “ órdenes “
emanadas del Gran Arquitecto del Universo
y a la
Manifestación Formal. En la Sagrada Escritura
aparece la primera orden del Gran Arquitecto del Universo cuando dice “ Hágase la Luz “ y produce la
“separación de la Luz
de las Tinieblas y la Tierra
de las Aguas “. En el Trabajo de la
Logia corresponde a la Apertura de los Trabajos.
4) La Construcción Universal : corresponde a la
creación de los “Mundos “ o al
despliegue de los diferentes grados o
estados mútiples del Ser. En la Escritura Sagrada corresponde al desarrollo de la Historia Sagrada
contenida en ellas. En los Trabajos de la Logia corresponde al desarrollo completo de los
mismos.
5) El
Silencio Exterior: corresponde a la
conclusión de la Gran Obra Universal y esta fase permanece “ hasta que los tiempos sean plenos “ como
dice la Sagrada Escritura. En los Trabajos de la Logia corresponde al Cierre de
los Trabajos.
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Para la correcta interpretación de lo anterior
es necesario tener en cuenta los distintos Puntos de Vista (Dharsanas) que admite
toda Doctrina Tradicional.
En esta caso particular, por ejemplo, la máxima
inactividad (exterior) del Gran Arquitecto del Universo corresponde también a
su máxima actividad (interior) o
sea que la “actividad “ o “ inactividad
“ son relativas según sea vista desde el Creador o de la
criatura. Una analogía con el simbolismo del ciclo diurno y del ciclo anual
muestra otros aspectos de la cuestión:
- La inactividad exterior (
sueño o silencio) del GADU corresponde a la Medianoche o al Invierno.
- La vibración primordial
corresponde al Amanecer o a la Primavera.
- La emisión de la Luz ( surgimiento de la vida ) corresponde al
Mediodía y al Verano.
- La duración de la Creación corresponde al Atardecer y al Otoño.
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El Verbo posee un
poder doble, a la vez constructivo y
destructivo, al igual que la lanza
de Aquiles hería y sanaba, al mismo tiempo, las heridas que producía. Otra manifestación de ese poder doble es la “Potestas
Ligandi et Solvendi “ asociada al Papado y análoga al “Solve et Coagula” del Hermetismo y la Alquimia.
Según como se utilice dicho poder será benigno
o maligno. Por lo tanto, su aplicación tanto a la vida masónica como a la vida
profana debe ser totalmente consciente y cuidadosa.
El primer deber que
enseña la Masonería
es el Silencio simbolizado, en ciertos aspectos, por el
llamado “ Silencio de los Aprendices “.
Por qué ésta es la primera enseñanza de tantas órdenes iniciáticas? ... Porque, analógicamente, el Secreto Masónico
corresponde a la restauración del Silencio Supremo y al estado de
no-manifestación. De este modo, las
primeras virtudes requeridas al masón recién iniciado son “un oído atento, una
lengua silenciosa y un corazón fiel “. Se debe comprender claramente que
el “silencio masónico “ no es
una mera virtud moral sino que es una técnica iniciática . La
Ciencia de la Palabra Constructiva es, en definitiva, la “Ciencia Central“ aludida por los Soberanos Príncipes Rosa+Cruz de
Heredom de Kilwinning.
El masón debe aplicar
la Palabra Constructiva en dos ámbitos diferentes: 1) En la Logia – 2) En el mundo profano.
Se comprende
fácilmente que, en los Trabajos de la Logia, es improcedente y extemporáneo hablar
sin el permiso correspondiente o mencionar temas profanos y extra-masónicos.
Pero se hace un tanto más difícil comprender que, algunas veces, estando en uso
de la palabra y aún tratando cuestiones masónicas, se cometen excesos verbales
o se efectúan planteos obedientes únicamente a deseos individuales y no al “Bien General de la Orden “. Por ello y a modo de ejemplo, cuando en la
Orden Real algún Hermano o Hermana presenta un problema a resolver o una
situación a mejorar debe, al mismo tiempo, presentar tres (3) posibles
soluciones y hacerse responsable de la solución.
No existe ninguna duda que también es totalmente improcedente y extemporáneo hablar temas masónicos en el mundo profano o manifestar opiniones personales al respecto, las cuales siempre son erróneas por definición.
No existe ninguna duda que también es totalmente improcedente y extemporáneo hablar temas masónicos en el mundo profano o manifestar opiniones personales al respecto, las cuales siempre son erróneas por definición.
Existe otro ámbito
dentro del cual rigen las mismas condiciones generales y que posee un cierto
carácter mixto que lo relaciona, analógicamente, con los Limbos y se trata de
la Sala de Pasos Perdidos en la cual se deben observar los mismos recaudos que
dentro de la Logia.
Por lo anterior, todo
masón que se precie de tal debe ser muy cuidadoso antes de hacer uso de la palabra – dentro o fuera de la Logia –
considerando previamente si su locución será constructiva o destructiva, si
colabora o no con el Plan del Gran Arquitecto del Universo ...
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