lunes, 3 de agosto de 2015

LUX EX TENEBRAS

                                          

  LUX   EX   TENEBRAS     

         (Algo  de Luz  en  las  tinieblas de  la Masonería  Moderna)

       La confusión mental y doctrinaria que reina entre muchos masones bienintencionados hace necesario clarificar puntualmente una serie de hechos y cuestiones que, por ignorancia o mala fe, siempre quedan en las tinieblas de la ignorancia.  
  
       La principal causa de confusión reside en el desconocimiento de cuales fueron las reales causas y las consecuencias de la creación “ex nihilo” de la llamada Gran Logia de Londres en 1717. 

        No se puede entender cual fue la causa de la creación de la Gran Logia de Londres si se ignora cual era la situación religioso-dinástico- política en la Gran Bretaña del siglo XVIII. En efecto, las guerras religiosas y  dinásticas son la verdadera causa de la creación de la neo-masonería especulativa moderna.   

1)    El Cisma Masónico de 1717 y la irregularidad de origen:

         Sintéticamente, la cuestión puede describirse así:  durante las guerras religiosas entre protestantes y católicos, en el siglo XVII, el Parlamento inglés, dominado por los protestantes, envió una misión secreta a Holanda para que el rey Guillermo I envíe sus ejércitos a Inglaterra. Ni lerdo ni perezoso, Guillermo I de Hannover-Brunswick-Orange invade Gran Bretaña y destrona al rey legítimo de Inglaterra y Escocia, cuyas coronas estaban  unidas, perteneciente a la Casa de Estuardo, que era principalmente católica.   
   
          Obviamente, el resultado fue una rebelión generalizada de ingleses, escoceses, irlandeses y galeses, todos legitimistas.

          Los Masones Operativos de Gran Bretaña, aparte de las razones estrictamente religiosas, se unieron decididamente a la lucha contra los invasores por lealtad al rey derrocado y en defensa de sus fuentes de trabajo pues la facción más extrema de los protestantes - los puritanos - estaban en contra de la construcción y la refacción de iglesias, conventos, catedrales, etc. por considerarlos un lujo innecesario.  

           Por otra parte, luego de la Revocación del Edicto de Nantes en 1685, más de medio millón de franceses protestantes (hugonotes) se refugiaron en Londres que se convirtió en una de las capitales europeas con mayor influencia protestante.

          Así las cosas, ser católico o masón en el Londres de principios del siglo XVIII, era  ser altamente sospechoso de “papismo” lo cual constituía un peligro cierto para la integridad de las personas y sus bienes … 

              En este contexto, se explica fácilmente la necesidad de constituir una organización masónica nueva que reemplazase a la antigua y que fuese leal a los monarcas usurpadores. El “factotum” de esta revolución fue el pastor James Anderson que, originalmente, era “Brother of Jakim” (capellán) de una Logia operativa en Escocia y luego paso a ser Capellán de la Logia “St. Paul” en Londres. Un “Brother of Jakim” no era un iniciado masón – y mucho menos un Maestro Masón - sino que, al igual que el médico y también bajo juramento de secreto, presenciaba  cierta parte de los rituales y asistía espiritualmente a los miembros de la Logia. Obviamente, Anderson carecía de las cualidades iniciáticas necesarias para cambiar el sistema tradicional de trabajo.

           Las alteraciones principales que introdujo este verdadero cisma masónico fueron:  la inversión de las Palabras Sagradas de los dos primeros Grados y consecuentemente la posición de las Columnas “J” y “B” en la Logia; inversión del Orden de Apertura de los Trabajos pues los Masones Operativos comienzan en el Grado mas alto posible y van bajando según las posibilidades; inversión de las Joyas del Primer y Segundo Guardianes; exclusión de la mujer que siempre fue admitida en la Masonería antigua; desplazamiento del Ara del Centro de la Logia al Oriente; desplazamiento de los Tres Grandes Maestros del Occidente al Oriente de la Logia y otras muchas.

             Este cisma se llevó a cabo por medio de la creación de un cuerpo extraño a la Masonería Operativa antigua:  una llamada “Gran Logia” que no registraba antecedentes previos y era totalmente desconocida hasta ese momento. No en vano los continuadores de la Gran Logia de Londres afirman que la Gran Logia de Londres de 1717 es “la primera del mundo” lo cual es totalmente cierto y es la mejor prueba de que antes de ese momento NO existía una institución como esa que rompía con el sistema antiguo de Grados y desquiciaba el Orden de los Trabajos.

              Mal que les pese a muchos masones ilusionados con una visión republicana, liberal y “adogmática” - como se dice ahora - el modelo adoptado por las “Grandes Logias” está claramente copiado de las monarquías absolutas europeas de la edad moderna y totalmente alejado de la descentralización que tenían las Logias antiguas heredada del orden feudal medieval. Este modelo se perpetua hasta nuestros días … 

               Durante este período, se introdujeron procedimientos e ideas ajenos a la Masonería Operativa antigua que, técnicamente hablando, constituyen reales profanaciones del sistema constructivo tradicional. Veamos algunas: la introducción de la “Tolerancia” como una virtud masónica cuando, en realidad, esa idea proviene del campo de las luchas dinástico- religiosas cuando el rey usurpador holandés Guillermo I de Orange proclama el Bill de Tolerancia para detener los enfrentamientos entre Anglicanos, Católicos romanos y Protestantes. Así, la prohibición de hablar sobre religión y política dentro de las Logias también corresponde a los intentos de que no haya enfrentamientos entre Hermanos. Recordemos que, además, se prohibió a los gentilhombres ingresar con armas en las Logias … En esta misma línea de reformas, se centró el fundamento doctrinario de los trabajos masónicos  en el Antiguo Testamento, especialmente en la construcción del Templo del Rey Salomón, expurgando toda referencia al Cristianismo para evitar el enfrentamiento entre las distintas confesiones cristianas. Este sería el remoto origen de la descristianización de los Rituales de los tres Grados Simbólicos que fuera acelerado, en el siglo XIX, por la línea netamente laicista y anticlerical, post-revolucionaria y napoleónica, del positivismo francés que ya había copado y profanado las Logias.

              Este lamentable experimento dislocó el antiguo sistema de trabajo de la Masonería Operativa y desembocó, luego de muchas alternativas, en el actual sistema incompleto de los tres Grados Azules. En efecto, debido a estas alteraciones lo mas importante y central de la Masonería antigua quedó excluido de los tres Grados Azules:  la Masonería de la Marca (Mark Masonry, que constituye los verdaderos tres Grados de Compañero) y la Maestría del Arco Real (Royal Arch Mason) . El pastor Anderson y sus secuaces procedieron a expurgar todos los elementos técnicos, rituales y simbólicos que recordasen a la Masonería Antigua – sin excluir la quema de documentos de los Operativos – pues “the learned doctor” despreciaba profundamente los textos técnicos y geométricos antiguos, a los que llamaba “Gothik Constitutions”, para reemplazarlos por el moralismo protestante. No en vano los masones anglosajones definen a la Masonería como “un sistema de moralidad  velado por alegorías e ilustrado por símbolos.”  Se nota claramente que toda mención o referencia a la Vía Iniciática, a la realización espiritual y  sus métodos, al simbolismo y a la Geometría son ya ajenas a esta mentalidad moderna y desviada.

              Es importante señalar este viraje desde el predominante catolicismo de los Masones Operativos antiguos hacia el protestantismo de la neo-masonería especulativa como una de las causas de las condenas papales a la Masonería “in toto” menguando el análisis, poniendo a todos en una misma bolsa y cometiendo un grave error estratégico semejante al que, siglo atrás, había cometido la Iglesia, en China con respecto al uso del idioma chino en la misa.

              La “Historia Oficial” de esta neo-masonería afirma que la formación de la Gran Logia de Londres, con la reunión de cuatro Logias pre-existentes,   evitó la desaparición  lisa y llana de la Masonería occidental. Esta idea se ve totalmente desmentida por la gran rebelión  de Masones Operativos antiguos liderados por el ilustre masón irlandés Laurence Dermott en 1752 y que, por más de 70 años, enfrentó a los despreciados masones “moderns” … Recién en 1813, bajo presión de la Corona, se pudieron unir las dos Grandes Logias de los “Ancients” y “Moderns” con el triunfo mayoritario de las posturas de los “Antients”, principalmente por el reconocimiento del Grado del Arco Real (mal que les pese a los británicos, el Arco Real siempre fue un Grado y no un “complemente de la Maestría” …) que era rechazado por Anderson.   Esta unión de las dos Grandes Logias detuvo un poco el proceso de decadencia pero el mal ya estaba hecho:  muchos elementos rituales, simbólicos e iniciáticos  se perdieron irremediablemente para la Masonería Especulativa moderna …  



2)    La “Vía Sustituida” y la segunda irregularidad:

          El espíritu conservador inglés y el pragmatismo anglo-sajón estabilizaron este proceso de decadencia e impidieron que siga avanzando en su camino desviado y subversivo. Pero una cosa muy distinta ocurrió en la otra orilla del Canal de la Mancha. En efecto, durante la tormenta revolucionaria que azotó Francia a partir de 1789 la Masonería Especulativa gala, mal que les pese a las erróneas interpretaciones profanas, sufrió un largo proceso de persecución y muchos masones murieron en la guillotina debido, principalmente, a que las Logias estaban formadas por aristócratas y grandes burgueses en ascenso.

           No poca culpa de esta persecución la tuvieron dos clérigos ignorantes o de mala fe como el abate Barruel en su libro “Memoria para servir a la historia  del Jacobinismo” y el abate Lefranc con su libro “El velo levantado para los curiosos o el secreto de la Revolución de Francia” en los cuales, aparte de una interpretación distorsionada y antojadiza del simbolismo masónico, se acuñaba la teoría del origen masónico de la Revolución Francesa  a partir de la confusión de la Masonería Especulativa con los llamados “Clubs de la Pensée” revolucionarios y con la Orden (protocomunista) de los Iluminados de Baviera, fundada por Adan Weishaupt, un católico subversivo (que también los hay y muchos …) y profesor de la universidad jesuítica de Ingolstadt.  

                Así las cosas, la desviación masónica que se detuvo en Gran Bretaña, gracias al espíritu conservador isleño, avanzó a pasos acelerados en el continente europeo (Francia, Italia, Bélgica, España, Portugal, etc.) constituyendo una corriente que primeramente se denomino “Masonería Latina” y ahora se  designa con el nombre de “Masonería Liberal, Laicista y Adogmática”. Esta corriente masónica está liderada por el Gran Oriente de Francia que promueve una línea de Trabajos masónicos inclinada a impulsar ideas y practicas filosóficas, ideológicas, políticas y sociales de cuño laicista, librepensadora, liberal, etc… y su verdadero origen debe rastrearse hasta la reorganización de la Masonería Especulativa francesa al principio del siglo XIX luego del Terror jacobino y teniendo su profundización a partir de la Comuna de Paris y las revoluciones de 1848.

                 Durante dicho período de reorganización de la Masonería Especulativa francesa, se consolidó, entre muchos masones galos, una interpretación oportunista acerca de los orígenes de la Revolución Francesa coincidente con las tesis de los dos abates mencionados, olvidando las persecuciones sufridas por los Hermanos bajo el Terror. De este modo, la Masonería francesa se hizo cargo de la autoría de la Revolución, sin haber participado  en ella, salvo como víctima … La pura verdad es que, durante el período pre-revolucionario, la totalidad de las Logias francesas tenían como principales objetos de estudio y trabajos a la Alquimia, el Hermetismo cristiano, la búsqueda iniciática de la Luz Tabórica, la Teurgia y otros temas semejantes. Esto es lo que prueban los documentos auténticos que han llegado hasta hoy, a pesar de la “Historia Oficial” que supone que el pensamiento masónico galo estaba imbuido por el “filosofismo” positivista de moda en el siglo XIX pero que, realmente, casi no existía en las Logias del siglo XVIII.

                 Solamente una, sí, solamente una Logia, en la Francia pre-revolucionaria, tenía una orientación racionalista, positivista, cientificista, laicista, etc.. Ella era la Logia “Les Neuf Soeurs”  que, efectivamente, agrupaba en su seno a varios popes del positivismo y el iluminismo racionalista tales como Helvetius, Lalande, Franklin, Lacepede, Montgolfier, el abad de Lille, Vernet y otros.  

                Llevando al extremo las consecuencias lógicas de los postulados de esta corriente alteran, simplifican y expurgan los Rituales originales y antiguos, especialmente los de los Altos Grados (pues ya los de los Grados Azules fueron suficientemente maltratados) de todos los elementos originales que se refieran al Cristianismo, a la trascendencia del alma humana, a la religión, a la espiritualidad, al simbolismo hermético, a la Alquimia, etc. etc. que hagan referencia a la tradición antigua  so pretexto de una  “libertad absoluta de conciencia” que no es sino una falacia y una contradicción lógica en el desarrollo del pensamiento racional: recuerda a las antiguas asambleas de los anarquistas que nunca podían tomar una decisión pues eso implicaba reconocer la existencia de una autoridad superior lo cual contradecía los postulados ácratas … 

                 Este proceso de desviación, que oportunamente fuera calificado de “Vía Sustituida” por el Gran Comendador Grado 33 francés Charles Riandey, mereció una puntualización por parte de la Gran Logia Unida de Inglaterra acerca de las condiciones que debe reunir una Obediencia Masónica para ser reconocida por Londres. Este es la cuestión de la famosa y conflictiva “regularidad masónica” que divide aguas a diestra y siniestra y que pocos comprenden en profundidad aunque todos se consideran a sí mismos como “regulares” sin dejar de acusar a los demás con el mote de “irregulares”. Pero, como en el caso de las viejas comadres, se gritaron  “Piojosa!” y todas tenían razón …

                Se hace necesario un poco de luz sobre este tema. Básicamente, las principales condiciones para ser considerado “regular” (tanto una Obediencia Masónica como un simple masón individual) son las siguientes:  

         a) creencia en Dios;

         b) en Su Voluntad revelada;

         c) en la inmortalidad del alma;

         d) la presencia de la Biblia en el Ara de la Logia;

         e) la presencia de la Escuadra y el Compás en el Ara de la Logia;

         f) la exclusión de la mujer de las Tenidas.

                El reduccionismo mental de muchos masones especulativos hace que consideren que el único requisito para ser “regular” es que no haya mujeres en las Logias aunque paralela –e  hipócritamente … -  se manifiestan ateos, partidarios de quitar la Biblia de las Logias, de quitar la formula “Gran Arquitecto del Universo” de los Trabajos, de alterar y simplificar al máximo los Rituales, etc. etc. y muchas otras alteraciones semejantes.

                Resulta tragicómico que muchos masones se autotitulen pomposamente de “masones regulares” mientras en sus Obediencias se debate el rol de los travestis en la Masonería Especulativa moderna (como ocurre en el Gran Oriente de Francia), el casamiento entre  Hermanos invertidos y otras cuestiones por el estilo que solo sirven para marcar el grado de derrumbe espiritual y  decadencia interna que afecta a esta corriente masónica que, en definitiva, es irregular con respecto a los primeros irregulares que fundaron  la Masonería Especulativa en 1717. 

                Pero ocurre que el lamentable estado de decadencia e incomprensión de la Vía Iniciática en que se encuentra la Masonería Especulativa moderna le impide escapar de la trampa que ella misma se ha tendido:  como carecen de todo sentido de lo sagrado - a pesar de que en los Rituales figura dicho concepto (si es que ya no lo han quitado) – consideran que deben adaptar la Orden Masónica a las leyes profanas dictadas por lo estados y los gobiernos profanos subordinando las necesarias cualidades humanas de un individuo para ser aceptado como Candidato a las concepciones igualitarias que corresponden al ámbito exclusivamente jurídico y político. Es decir: confunden los planos de aplicación o, mejor dicho, ignoran totalmente las leyes de la Iniciación y por lo tanto solo aprecian las leyes profanas dictadas por los estados profanos según los vaivenes de las modas políticas y culturales externas.  


           3. Algunas conclusiones o no se puede quedar bien con Dios y con el     
                Diablo a la vez:   

                Así las cosas, la Masonería Especulativa moderna, en pleno siglo XXI, sigue dividida por las  mismas dos corrientes  doctrinarias que operan desde el siglo XIX:   

1)    La anglosajona y americana, (dirigida por la Gran Logia Unida de Inglaterra) fiel al moralismo protestante y conservadora.

2)    La “latina” (dirigida por el Gran Oriente de Francia), laicista, anticlerical y tendiendo al socialismo.

                  Esto no debe sorprender demasiado pues parece ser un episodio más del enfrentamiento secular entre ingleses y franceses. Con una excusa u otra, el orgullo francés nunca aceptará una supremacía inglesa en ningún campo … En este caso, la excusa es una  de tipo “filosófica”  sosteniendo un positivismo cientificista y laicista, ya un tanto demodée y superado por la erosión del tiempo que no perdona modas culturales. Se ha llegado ha situaciones que rayan con lo ridículo – por la ignorancia que trasuntan – como, por ejemplo, en el tan maltratado Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de creer que los Grados “Filosóficos” tienen alguna relación con personajes tales como Hegel, Krausse, Sastre, Schopenhauer, Descartes, etc. y otros epígonos de la filosofía profana que se enseña en las universidades sin saber que, en realidad, se trata de Grados de “Filósofos por el Fuego” o sea Filósofos Herméticos y Alquimistas.

            En ambas corrientes, moralista o ideológica, que afectan a la Masonería Especulativa moderna se advierte que, por razones diferentes, la principal cuestión es borrar todo rastro de Cristianismo de los Rituales masónicos antiguos y originales. Todo esto se realizó y se realiza en detrimento de un riquísimo caudal de doctrinas y símbolos cristianos que - quiérase o no – constituyen los cimientos de la civilización occidental.  
         
            En el primer caso, para evitar conflictos religiosos, dentro de las Logias, entre distintas confesiones cristianas,  se apeló a la virtud extra-masónica de la “Tolerancia” propuesta por Guillermo I de Orange para zanjar enfrentamientos  entre iglesias. Además, institucionalmente,  este conflicto fue subsanado parcialmente al estilo del pragmatismo anglo-sajón: al margen de la expurgada Gran Logia Unida Inglaterra se fundaron otros cuerpos masónicos que trataron de conservar íntegro el legado tradicional de la Masonería Antigua.

             En el segundo caso, por cuestiones ideológicas y modas culturales, que a lo sumo no duran más que uno o dos o siglos, el Cristianismo es un testigo molesto que debe ser borrado de las Logias para no recordar los orígenes auténticos y verdaderos de la Masonería Operativa antigua. El mentado laicismo en las Logias comienza con la des-cristianización de los Rituales antiguos pero terminará con todo sentido  de lo sagrado, tanto religioso como iniciático, bajo la noción de la “estricta libertad de conciencia”. Pero, en definitiva, si la fórmula del Gran Arquitecto del Universo resulta opresora para la “libertad de conciencia” para algunos, puede que, en el futuro, sostener que el Compás simboliza el Cielo y la Escuadra representa a la Tierra sea también  un “dogma” irritante para la absoluta libertad de pensamiento … Libertad de pensamiento o anarquía del pensamiento? … That is the question

               Para este humanismo de cabotaje, toda referencia superior al hombre trascendente resulta incomprensible e inútil y es suplantado por la creencia de que se tiene una misión “social” y política a cumplir ignorando que ya existen grupos sociales más aptos y especializados en esos temas llamado partidos políticos.  En fin, presas de sus propias contradicciones, muchos masones y muchas Obediencias Masónicas,  no atinan a definir sus destinos: desean ostentar el título de “regular” pero - lindando con la hipocresía - íntimamente no creen ni respetan las condiciones de regularidad establecidas por la sucesora de la primera Gran Logia de Londres. 

   

                                                                                   El Hno:. Guardatemplo
             

              
                   


APUNTES ALREDEDOR DEL TRABAJO



APUNTES ALREDEDOR DEL TRABAJO, “FIN DE CICLO Y PASAJE DE ALGUNOS SÍMBOLOS CRISTIANOS”

DE LA LOGIA DE INVESTIGACIONES “RENÉ GUÉNON” NRO. 2

I. El bestiario y los signos zodiacales nombrados en el trazado.

A) “El comienzo de la era en la cual nos encontramos y que está por culminar (ni los ángeles del cielo conocen la fecha exacta…) está datado aproximadamente unos 2.000 años atrás coincidiendo, obviamente, con el final de la era de Aries y el pasaje al Signo de Piscis.”
En el antiguo brahmanismo el carnero era emblema y vehículo de Agni, es decir, el principio ígneo opuesto al principio acuoso, Soma. El fuego universal, el Sol, ha sido considerado por diversas civilizaciones como portador de purificación, ardor, luz, vida y amor, entre otras.
El carnero, que es un cordero adulto, guía a todo el rebaño y por lo mismo se le relaciona con la imagen de un pastor. Diversos profetas lo comparan con los conductores del pueblo, como “cabezas” o “guías”. A Cristo, como cabeza o guía del rebaño se le relaciona con dicha imagen, constantemente podemos ver en cayados de diversas órdenes religiosas a un carnero en su voluta.
El zodiaco en varias civilizaciones antiguas como caldeos, fenicios, griegos y egipcios tiene a un carnero bajo el signo de Aries. Inicia la primavera que, junto con el toro, es decir, Tauro, completan la primera estación, la primavera. Época del año con increíble fuerza por la vida y el amor, manifestación de un renacimiento en la naturaleza toda y de la resurrección de Cristo que es germen de Vida y Amor. Motivo de esta luminosidad y luz de inicio de las estaciones, al carnero también se le relacionó con el emblema Cristo-Luz y es, por lo mismo, uno de los animales más representativos en motivos ornamentales y de diversos usos como lámparas, al igual que el cordero.
El carnero, por su combatividad, se le relaciona con la fuerza guerrera y con el coraje. Al Carnero-Cristo, siempre victorioso, muy a menudo se le representa con el estandarte triunfal. La ciudad de Tirlemont, en Bélgica, en el siglo XIII contaba con un carnero triunfante como sello de su ciudad.
El carnero muflón tiene la cabeza más grande que el carnero común y sus cuernos son más fuertes abriéndose perpendicularmente a la línea de la cabeza. Es muy combativo y por lo mismo hubiese sido más conveniente esta representación para el Cristo triunfante, pero su uso fue muy reducido. Quizás el emblema de Aries sea cercano a la representación iconográfica del carnero muflón, más que ningún otro.
Dibujo de cabeza del carnero muflón.
Hay muchas otras referencias al simbolismo del carnero dentro del Cristianismo: mencionaremos, para finalizar este índice, la que habla del papel de sacrificado, imagen relacionada con el Cristo víctima. Durante la Edad Media, Rabano Mauro y Bernardo de Claraval, entre otros, ven en el carnero el Verbo hecho carne e inmolado en sacrificio por nuestra redención. Más antiguamente en el monte Moria, el carnero sustituyó el sacrificio del hijo del patriarca Abraham. El carnero pasa a ocupar así el lugar de Isaac, en un símil perfecto de la inmolación de Cristo en lugar de la humanidad culpable. Y de suyo sería muy interesante abordar –quizás para otra ocasión– la historia del Vellocino de Oro el cual tiene tanta relación con diversas órdenes caballerescas e iniciáticas.

B) “…es notoria la relación entre el Signo de Piscis y su conexión con el simbolismo cristiano en torno a los peces.”
Es muy probable que el pez y el cordero sean de los animales más íntimamente relacionados con Jesucristo. Para el caso que nos ocupa, los peces aparecen en el
Evangelio de san Mateo cuando se suscita la multiplicación de los panes y de los peces (XIV, 17). Así como de cuando Jesús, tras su resurrección, hizo compartir los alimentos a siete discípulos suyos y que pescaban a orillas de lago Tiberíades, (Evangelio de san Juan, XXI, 9).
El pez desde tiempos antiguos se le relacionó con la fecundidad, con la vida en tanto principio húmedo. Lo encontramos por doquier con estos significados u otros más: en la India, en China, en todas las civilizaciones que habitaron a orillas del Tigris o del Éufrates, en Fenicia, Persia, Egipto, Grecia, Roma, entre los nórdicos, en Mesoamérica, etcétera. Baste dos ejemplos de su importancia. El pez es el Matsya hindú, es decir, el primer avatar de Vishnu, que es la vez revelador y salvador. Entre los caldeos el dios Ea tenía la parte delantera formada por un antílope y los cuartos traseros los tenía de pez. Ea era el dios de la sabiduría y reinaba en Apsu (dominio total sobre las aguas).
Todo indica que con la llegada de Cristo y su papel revelador, simbólicamente retoma el papel de varios animales y entre ellos notablemente el del pez. Su llegada al mundo es como la fecundidad del pez que está ausente de cópula carnal. Y no podemos dejar pasar el interesante acróstico de ictus (Pez en griego) con el papel de Jesús. Tomando la inicial de cada una de las letras de ictus, se obtiene la siguiente frase, ya traducida: “Jesús Cristo, de Dios Hijo, Salvador.”
El Ictus fue representado por doquier, ya que era simple y rápido en su trazo. Fue uno de los primeros símbolos con que los cristianos se reconocían entre sí, en una época de persecuciones y muertes.

C) “Por otra parte, también es conocido el hecho de que, como dice el antiguo refrán, ‘El demonio es el dios de la era anterior’… No debería sorprender, entonces, que la caracterización y la imaginería cristiana referida al diablo sea un macho cabrío que representa, estrictamente, al Signo de Aries.”
Hemos referido el carnero como signo representativo de Aries. Por su parte el macho cabrío es uno de esos animales que desde tiempos bíblicos juega un papel que suele confundir a diversas autoridades en la materia. En diversos lugares del Pentateuco, p. e.,
Libros de los Números, XXIX así como en Levíticos XVI, 7-11 y 15-23, Moisés ordena la inmolación del macho cabrío, casi siempre en un papel expiatorio. Por ese papel se le relaciona con la figura profética del Redentor del mundo y que debía morir para expiar las faltas humanas y redimir a las almas. Pero no es sencillo separar los roles que ha jugado el macho cabrío, Zacarías lo designa como imagen del jefe reprensible, Profecía, X, 3. Antes que Zacarías el libro del Levítico (IV, 22.), reconoce en el macho cabrío un papel de jefe al designarlo como víctima elegida para la expiación de los pecados de los jefes de tribu.
Mateo muestra el macho cabrío como un emblema del maldito y del réprobo. Pero siglos antes Ezequiel (Profecía, XXXIV, 17) lo pone a la par en el juicio de Yahveh precisamente con otro animal sacrificial, el carnero. Nuevamente en el Evangelio de Mateo, Jesús es muy específico al decir que en el juicio se separarán las ovejas a la derecha, de los machos cabríos a la izquierda, y que todos aquellos que estén en la siniestra serán enviados al fuego junto con el Adversario y todos los suyos, (Evangelio de Mateo, XXV, 31, 34 y 41).
Y es clarísimo que en toda la iconografía medieval y de ahí en adelante al macho cabrío se le ha colocado como emblema del Adversario.

D) “Así como el signo de Piscis fue abierto por su opuesto Virgo, la pasada era de Aries fue abierta por el Signo de Libra, la Balanza celeste. El demonio de la era de Aries, por lo tanto, correspondía al Signo anterior el cual es Tauro. Esto recuerda a la idolatría del Becerro de Oro baálico que desató la ira de Moisés.”
El Toro desde muy antiguo –como todo simbolismo– contiene un doble carácter, en esta breve mención dejaremos de lado los aspectos ascendentes del toro y nos concentraremos en las energías descendentes. En Asiria y Caldea encontramos un toro-humano sin alas (parte trasera de toro y busto de hombre cornudo) que representaba al monstruo maléfico Eabani.
No es posible hacer todo el recorrido del dios Baal y que inunda el Antiguo Testamento confundiendo una y otra vez al pueblo de Israel. Efectivamente, es este dios el que desata la ira de Moisés.
Otro antiguo dios del mal entre los amonitas, los moabitas, los cananeos y sus vecinos, es Moloc, con cuerpo humano y cabeza de toro, (Levítico, XVIII, 1-22). No fueron pocos los que cayeron en desgracia y culpa por este antiguo dios, Salomón (1° Libro de los Reyes, XI, 7), Manasés (2° Libro de los Reyes, XXI, 3 y 6) y Josías (Ibíd., XXIII).
Antes de nuestra era, en la mitología egea, encontramos al minotauro, que al igual que el Eabani de los caldeos y el Baal de los siriofenicios tenía el cuerpo mixto, pero éste tenía en su parte superior la cabeza de toro, en tanto que el cuerpo era el de un humano gigante.

E) “…la era del Signo de Acuario se abre con la ‘llave’ que posee el Signo zodiacal opuesto que, en este caso, es Leo. Las características del Signo de Leo coinciden con las de un rey justo pero sumamente duro que aplica la ley con toda su fuerza.”
He aquí el rey de reyes. Animal por demás multireferido y utilizado por diversas civilizaciones. Se le relaciona con el Sol y su signo zodiacal, Leo. Valor, fuerza, coraje, entrega y justicia son algunos de sus atributos. Lo encontramos entre los caldeos, asirios, fenicios, egipcios, persas, tibetanos, griegos, romanos, etc. En el cristianismo rápidamente se le relacionó con Cristo por estos y otros atributos. Ciertamente que la que se refiere a la cita del trazado es la de un rey poderoso y que se aplica a Jesús, entre otras, por la profecía de Jacob a sus hijos: “Judá es como un cachorro de león; mi hijo sube de la presa, ha doblado las rodillas y se ha echado como un león, como una leona; ¿quién se atreverá, pues, a hacerlo levantar.” (Génesis, XLIX, 9). Sin embargo será san Juan el que nos presente el texto más contundente de la asimilación de Cristo con el león, en su Apocalipsis dice que hay un trono rodeado por un arcoíris “como una visión de esmeralda” y ante el cual están inclinados los cuatro animales de alas palpitantes de llamas y los veinticuatro ancianos coronados de oro, y que apareció el Libro misterioso cerrado con siete sellos. El Apóstol lloraba pues nadie en el cielo era digno de romper los sellos del misterioso Libro. Uno de los ancianos se acercó y le digo: “No llores; ahí está el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que con su victoria ha obtenido abrir el Libro y levantar los sellos… Entonces vi: y en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, un cordero de pie y como inmolado, con siete cuernos y siete ojos que son los siete espíritus de Dios…” (Apocalipsis, V, 5).
León y cordero al mismo tiempo, así lo reclaman la iconografía y la emblemática de todas las épocas cristianas. Es cordero pues siempre será dulce y humilde de corazón. Y es león pues posee la fuerza divina, la plenitud y la victoria.
¡Ecce vicit Leo de tribu Juda! ¡He aquí el León de Judá! La cual pasaría a ser una de las exclamaciones más repetidas en el simbolismo y en el hermetismo cristiano.

F) “Tal vez, el símbolo más apropiado para representar al Signo de Leo sería la imagen del León de Judá, enarbolando el glorioso estandarte de la Cruz Roja…”
El fundador de la Tribu de Judá fue uno de los hijos de Jacob, llamado precisamente Judá (Yehuda en hebreo), siendo el propio Jacob quien le otorgó a Judá metafóricamente un león al bendecirlo y llamarlo Gur Aryeh (hebreo: גּוּר אַרְיגּה אְַהוּאַיְ — "Cachorro de león"). Tal noción tiene su correspondencia con el sol naciente.
El león tiene, como hemos mencionado, correspondencias con el oro y con el sol mismo, mientras que la relación entre el sol y el león encuentra ya expresiones en diversas
culturas de la Antigüedad, persistiendo y llegando hasta el Renacimiento. El león además es símbolo de dignidad y de victoria, así como también de lucha perpetua y exaltación de la virilidad. Al león además se le relaciona con atributos divinos como son el poder y la justicia. La ciudad de Jerusalén es asociada al rey David quien, según la tradición bíblica, pertenecía a la Tribu de Judá. El León de Judá es el elemento por excelencia de la heráldica de Jerusalem, así como de otras culturas de diversas partes del mundo como Etiopía.
Tradicionalmente porta una tiara, sostiene con su pata un báculo coronado por una cruz roja en su remate, le acompaña un globo terrestre. A saber, los símbolos le otorgan respectivamente dignidad real, gubernatura cristiana y presencia sobre el mundo, asimilados tales elementos igualmente a Cristo.
Escultura del León de Judá, 1930.
Ornamento bidimensional del León de Judá, portado sobre auténtica capa de león.
Cristo como Cordero de Dios y el León de Judá.


II. El Sagrado Corazón de Jesús.


“También es muy importante señalar que el Signo de Acuario tiene una clara relación con la intelectualidad como característica propia y que, más allá de su aspecto devocional, al Sagrado Corazón se le han atribuido rasgos de la intelectualidad trascendente. En efecto, en torno al monasterio de Paray-le-Monial (Francia) centro histórico de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, ha surgido la doctrina de ‘la irradiación intelectual del Sagrado Corazón’ como órgano del conocimiento espiritual y trascendente cuyo análisis y desarrollo nos llevaría por senderos alejados del presente escrito.”
Será imposible agotar este tema, es vastísimo ya autores de todos los tiempos y muy destacados han referido la importancia capital del corazón y su simbolismo. Plinio dice, “El corazón ofrece, en su interior, el primer domicilio al alma y a la sangre en una cavidad sinuosa… allí reside la Inteligencia.” (Lib., XI, 69). El mismo René Guénon anota algunas referencias muy interesantes, entre otras: <<Proclo dirigiéndose al Sol: “Ocupando por sobre el éter el trono del medio, y teniendo por figura un círculo deslumbrante que es el Corazón del Mundo, tú colmas todo de una providencia apta para despertar la inteligencia”. Macrobio, “el nombre de Inteligencia del Mundo que se da al Sol responde al de Corazón del Cielo; fuente de la luz etérea, el Sol es para este fluido lo que es el corazón para el ser animado” (Sueño de Escipión, I, 20); y Plutarco escribe que el Sol, “dotado de la fuerza de un corazón, dispersa y difunde de sí mismo el calor y la luz, como si fueran la sangre y el hálito”.>> En otro escrito R.G. rescata esta otra, <<Dante refiere “espíritu de la vida, que mora en la más secreta cámara del corazón” (Vita Nova, 2).>> Una más que agregamos, y como alaba David, “En tu Luz vemos la Luz” (Salmos XXXVI) y que ha sido retomada por el Cristianismo –por línea directa– para referirse al corazón de Jesús.
Corazón como centro del Árbol Sefirótico, corazón como centro del alma entre los egipcios (además en forma de recipiente como su jeroglífico). La cavidad del corazón considerada –como nos recuerda Guénon– como centro del ser y también al interior del «Huevo del Mundo». Esto último ya sea en una doctrina u otra, bajo diversas formas y representaciones.
Algunos ítems que se pueden derivar o citar de lo desarrollado por el M.:I.:H.: René Guénon respecto a este primerísimo tema:

1. El Santo Graal contiene los secretos de la preciosa sangre de Cristo.

2. Se desprende de la leyenda del Santo Graal que el corazón simboliza, entre otras, eternidad así como estancia con y de Dios.

3. Que el Corazón en llamas es símbolo, por sus rayos rectos y ondulados, respectivamente, de luz (conocimiento) y de calor (vida). “El fuego que reside en el centro del ser es a la vez luz y calor”, es decir, Conocimiento y Amor. De ahí que san Juan nos recuerde: “Dios es Amor” y que el grito de guerra de los Templarios fuera: “Vive Dios Santo Amor.”

4. <<…la intuición intelectual puede llamarse suprahumana, puesto que es una participación directa de la inteligencia universal, la cual, residente en el corazón, es decir, en el centro mismo del ser, allí donde está su punto de contacto con lo Divino, penetra a ese ser desde el interior y lo ilumina con su irradiación. >>
5. <<El “conocimiento del corazón” es la percepción directa de la luz inteligible, esa Luz del Verbo de que habla San Juan al comienzo de su Evangelio, Luz irradiante del “Sol espiritual” que es el verdadero “Corazón del Mundo”. >>

6. El Corazón como “Centro del Mundo” acompaña desde siempre a toda formación de los Centros Iniciáticos y contiene en él, los misterios del sendero.

7. Operó una restauración, al menos parcial, en el sentido de que Seth “y los que después de él poseyeron el Graal podían por eso mismo establecer, en algún lugar de la tierra, un centro espiritual que era como una imagen del Paraíso perdido…”

8. De manera que todo verdadero centro espiritual, primario o secundario, posee en su interior una imagen verdadera del Santo Graal. De ahí la importancia de la copa verde que se utiliza, entre otros grados, en la recepción del nuevo recipiendario.
9. Tal Centro, muy Iluminado y muy Regular, pasa a ser (al menos para aquellos que lo conforman) una imagen que “se adjudicó en todas partes y siempre a esos centros, entre otras designaciones, la de ‘Corazón del Mundo.’”

10. La Rosa-Cruz es símbolo por antonomasia de tal heredad y de su vinculación con el Corazón de Jesús. La cruz representa la “cavidad” del corazón, en tanto que la rosa, de cinco pétalos, es un símil de la estrella pentagramática o del pentalfa pitagórico.

11. Tal centralidad nos lleva paulatinamente a la “Caverna del Corazón” –residencia perfectamente a cubierto– del Cristo resucitado, transfigurado, de retorno con los apóstoles y reascendido, es decir, desde siempre, Sempiterno.

12. Cristo ha depositado el grano de mostaza en el corazón del hombre, para que éste pueda provocar su renacimiento que proviene del fuego, del día y de la noche; a saber, del trabajo interno así como de conocer tanto lo manifestado como lo no manifestado.

13. La marca en el corazón, sea esta una o tres yod, sea la herida, son de alguna manera, el germen envuelto en el fruto.

14. La Jerusalem Celeste y el Éter, residen en el centro del Ser. Es el Principio Divino, <<…y este “Éter” (Âkâça) es la misma cosa que el ’Avîr hebreo, de cuyo misterio brota la luz (`ôr) que realiza la extensión por su irradiación externa. >> Agregamos, que en otros trabajos, ya se ha referido la importancia del Principio de ’Avîr y de `ôr para la revelación de los Misterios.

15. <<Así, lo que reside en el corazón, desde un primer punto de vista es el elemento etéreo, pero no eso solamente; desde un segundo punto de vista, es el “alma viviente”, pero no es solamente eso tampoco, pues lo representado por el corazón es esencialmente el punto de contacto del individuo con lo universal o, en otros términos, de lo humano con lo Divino, punto de contacto que se identifica, naturalmente, con el centro mismo de la individualidad. […] el Principio divino del cual procede y depende enteramente toda existencia y que, desde el interior, penetra, sostiene e ilumina todas las cosas. >>

16. Cristo dirige estas palabras: “No viene el Reino de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse: Helo allí, helo aquí, porque el Reino de Dios está dentro de vosotros (Regnum Dei intra vos est)” (san Lucas, XVII, 21). Recordemos (siguiendo en todo esto a R.G.) y a este respecto, el siguiente texto taoísta: “No preguntéis si el Principio está en esto o en aquello. Está en todos los seres. Por eso se le dan los apelativos de grande, supremo, íntegro, universal, total… Está en todos los seres, por una terminación de norma (el punto central o el “invariable medio”), pero no es idéntico a los seres, pues ni está diversificado (en la multiplicidad) ni limitado” (Chuang-tsë, cap. XXII, §6).
Mármol astronómico de la antigua cartuja de Saint-Denis d’Orques, finales del s. XV. Dibujo de Louis Charbonneau-Lassay.
Bibliografía
o Charbonneau-Lassay, Louis. El Bestiario de Cristo. Jose J. de Olañeta Editor, Palma de Mallorca, Madrid, 1996. Vol. I y II. Entradas: Carnero, Cordero, Corazón, León, Macho Cabrío, Pez y Toro.
o Guénon, René. Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada. Ediciones del Valle de México, México D.F., 1986. Capítulos dedicados al corazón y su centralidad.


III. Iconografía del corazón de Jesús.

<<En un museo de anticuarios de Poitiers (Francia), en el que se conserva piezas de los agustinos, hay un jarrón en cuya base, donde se halla el orificio de desagüe, tiene grabado un Corazón de Jesús, rematado en su parte superior por una cruz entre dos llamas; en el cuello del jarrón está dibujado un sol radiante.

>>Relacionado con esto, y dando quizá la clave de él, hay una inscripción en un brocal de un pozo en el patio de un castillo del siglo XVI, cerca de Loudun (Francia). Esta inscripción tiene por encima el monograma de Cristo (IHS), de cuya H salía un trazo vertical sobre el que venía un Sagrado Corazón, rematado, como siempre, por una cruz; reza así: “Haurietis aquas in gaudio de fontibus salvatoris” (“sacaréis con alegría las aguas de las fuentes de la salvación”). Las palabras son del profeta Isaías (Is., XII, 3). Así pues, la “fuente de la salvación” es el propio Corazón de Jesús. El agua nítida del pozo, vivificadora y purificadora, es la imagen material y la figura emblemática del invisible don divino que brota del Sagrado Corazón de Jesús y que fluye para devolver a las almas la alegría salvífica, la purificación y la vida. Así pues, vemos aquí una yuxtaposición del Corazón, el monograma y el texto bíblico.

>>Ahora bien, regresando al jarrón-fuente mencionado en primer lugar, vemos que la mano del alfarero, realizando su oficio ¿no parece haber querido que aquél gritara a todos: “Oh, vosotros, que estáis manchados, venid a mí que soy la fuente y el medio de toda purificación, y encontraréis así el vivo esplendor de vuestras almas”?

>>Y naturalmente, vienen a la mente, por sí mismas, las frases de las actuales Letanías del Sagrado Corazón: “Cor Jesu, fons vitae e sanctitatis” (“Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad”).

>>En su “Sermón para la Natividad del Señor”, san Bernardo, en el siglo XII, enseñaba a sus monjes que las “fuentes del Salvador” eran: la “fuente de misericordia” que purifica; la “fuente de sabiduría” que satisface el alma; la “fuente de gracia” que la riega y la hace crecer; la “fuente de celo” de la que el cristiano saca su ardor. Y el gran abad añadía: “ved si esas fuentes no serían aquéllas de las que Isaías había dicho <<sacaréis con alegría las aguas de las fuentes de la salvación>>”. Habiendo contemplado estas fuentes, que él relacionaba con las cuatro heridas en las cuatro extremidades de Jesús crucificado, el santo se recoge y dirigiendo su mirada a la herida abierta en el corazón, la designa como la fuente suprema, la de la vida verdadera.

Tengo por seguro que si el abad del Císter hubiese visto al alfarero de Poitiers dibujando en el barro el Corazón-fuente que ornamenta el jarrón, se habría inclinado ante esta evocadora imagen del “Haurietis aquas” de Isaías.>>
Iconografía y Simbolismo del Corazón de Jesús
Louis Charbonneau-Lassay


IV. Una breve nota alrededor de Ganímedes.

Dice el texto de la Logia de Investigaciones “René Guénon” Nro. 2, al comienzo de su tercer apartado, “Aplicando los mismos criterios que en los casos anteriores, sabemos que el Signo contiguo y sucesor de Piscis es Acuario, simbolizado por Ganimedes, el Aguatero celestial, que escancia el Agua de la Inmortalidad sobre la Tierra. En estos datos astronómico-astrológicos se ha montado toda una literatura referida a la “Era de Acuario” que ha permitido las más aventuradas teorías carentes de toda base tradicional. No obstante, el conocimiento antiguo permanece y nos permite aventurar ciertas transformaciones que indicarían la continuidad de ciertos símbolos sagrados en la próxima era.”

La nota, <<Ganimedes formaba parte de la “corte” del Olimpo, desempeñando el papel de “escanciador” de los dioses. En efecto, en la Iliada, Homero cuenta que Ganimedes se encarga de ofrecer, como bebida, el néctar a los dioses. Aunque habitante del Olimpo, él no figura propiamente como una deidad. Era un troyano, el más apuesto de los seres humanos (“el más hermoso de los mortales”), al que Zeus mandó trasladar al Olimpo por medio de su rapto por un águila (algunos dicen que ésta era el mismo Zeus), y allí fue “hecho inmortal y atemporal como los dioses”; fue “trasladado de un mundo a otro” (Himno homérico a Afrodita), y allí vivió eternamente entre los inmortales. Ganimedes era hermano de Ilo e hijo de Tros, rey de Troya. La angustia de éste por la pérdida de su hijo se mitigó al saber que Zeus lo puso en el cielo como constelación (Aquarius). >>

Los mitos clásicos

William Hansen